Capítulo 22

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El coche estaba en completo silencio, ni siquiera se atrevía a mirar por el espejo retrovisor para ver a sus hijas. Sabía que ellas no querían estar con su padre y ella no quería alejarse de ellas.

—Ya hemos llegado. —Miro a través del cristal la que había sido su casa

— ¿Por qué tenemos que quedarnos con papá? —Sasha la miro molesta.

—Cariño, porque su padre también quiere estar con ustedes. —Gloria la miro con tristeza.

—Eso es mentira. —Emma se cruzó de brazo—. La otra vez solo lo vimos dos veces.

—No se pongan así, solo serán unos días. —Gloria suspiro—. El domingo tienen un partido por la mañana así, que tendrá que llevarlas. Después se vendrán conmigo a casa y haremos una gran barbacoa.

— ¿De verdad? —Sasha sonrió ilusionada.

—Claro, estará la tía, Jasón, Samanta, Bridget, sus hijas. —Gloria sonrió levemente—. Incluso le diré a su tía Josie y a Dylan.

— ¿Y Barbie? —Emma frunció el ceño.

—Claro. —Ella miro a su hija con ternura—. Barbie no puede faltar.

Unos leves golpes en la puerta la sobresaltaron, Ryan estaba fuera, acompañado por la niñera. Gloria abrió su puerta y después se dirigió a la parte trasera para sacar a Hayley, la niñera se dio prisa en tomarlo, Ryan abrió la otra puerta trasera y espero a que sus hijas mayores bajaran del coche.

—Tienen el partido el domingo a las once. —Gloria lo miro—. No lo olvides.

—No lo hare. —sonrió—. Y me quedare a verlas.

— ¿Te han absorbido los marcianos? —Gloria se acercó a Hayley y le dio un beso en la frente—. Se buena, cariño. —Después miro a sus otras hijas—. Vigilen a su hermana y pórtense bien.

—Si mamá. —Emma asintió como todo un hombrecito.

— ¿Dónde vives ahora? —Ryan pregunto serio.

— ¿Y a ti que te importa? —Gloria frunció el ceño.

—Tengo derecho a saber dónde están mis hijas. —El apretó la mandíbula—. Y si están bien cuidadas.

—Ja, no me hagas reír ¿Quieres? —Camino hacia el coche y abrió la puerta—. Nos veremos el domingo.

Subio a su coche y se dio prisa en salir de alli, no pudo evitar que algunas lágrimas abandonaran sus ojos. No quería alejarse de sus hijas y menos si las dejaba con Ryan, pero no podía hacer nada para impedirlo. Cuando llego a su casa aparco el coche en el garaje y después comenzó a caminar por su Gloria. Aún era temprano para ir a la casa de Barbie, pero la verdad es que no se veía con fuerzas de estar en su casa ella sola.

Como siempre se maravilló al ver la casa de Barbie mientras se acercaba, subió las escaleras del porche despacio y después toco el timbre. La puerta se abrió a los pocos minutos y Barbie le sonrió.

— ¿Estas bien? —Frunció ceño.

—No. —Gloria dio un paso adelante y se abrazó a ella, rodeando con los brazos su cintura.

—Ya está. —Barbie acaricio su cabello con una mano mientras con la otra la abrazaba—. Pronto estarán de vuelta.

—Lo sé. —Gloria se alejó un poco de ella y la miro—. Llegue temprano.

—Mejor. —Barbie sonrió y le dio un leve beso en los labios—. ¿Podemos cocinar juntas?

—Soy tu invitada ¿y vas a ponerme a cocinar? —Gloria sonrió y la observo cerrar la puerta. Por un momento se sintió nerviosa, estaban solas, en su casa y hoy no habría interrupciones.

Una novia para mama ADAPTACION.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora