Capítulo 5

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—Desayunen rápido, no quiero que lleguen tarde. —Gloria sentó a Hayley en una silla y le dio un zumo.

—Yo llevo a Hayley a la guardería —Raquelle miro a su hermana con el ceño fruncido—. ¿Vas a ir a trabajar así?

—No he traído más ropa de la casa. —suspiro—. Pediré a Cheyenne que llame por teléfono a la empresa de Ryan para que me manden la ropa y la de las niñas.

—Ya hablaremos de tu vestuario. —agarro ala pequeña entre sus brazos—. ¿Quieres que vaya por ellas cuando salga del trabajo?

—Si, por favor. —miro su mano, donde aún permanecía el anillo de casada—. Voy a casa de Samanta, Jasón va a ser mi abogado.

—Pues dile de mi parte que espero que lo despedace. —Sonrió divertida, se acercó a las niñas y les dio dos besos, después se marchó con el pequeño.

—Sasha, Emma, busquen las mochilas. —Gloria cogió su bolso y miro el reloj —Vamos.

Volviendo a la rutina, dejo a las niñas en el colegio y después se dirigió al trabajo. Cuando aparco el auto, algo dentro de su cuerpo se contrajo. Estaba segura de que ya se habría corrido el rumor de su separación. Bajo del auto y al cerrarlo miro su reflejo en el cristal ¿en esto se había convertido? Volvió a mirar el reloj y corrió rápidamente al interior del edificio.

—Buenos días. —Saludo a la recepcionista como de costumbre mientras caminaba hacia el ascensor.

—Buenos días, Gloria. —La chica la miro precavida.

—Hola. —Gillian se paró a su lado esperando el ascensor, la miro de reojo—.  ¿Qué tal estas?

—Bien —Respondió sin mirarla y finalmente suspiro y la miro—. ¿Por qué mentir? Ni se cómo estoy.

—Si necesitas algo solo dímelo. —Ella le sonrió con tristeza—. Sabes que puedes contar con nosotros, somos un equipo.

—Gracias. —le sonrió cálidamente y entro en el ascensor junto a ella.

Para su sorpresa nada más abrirse las puertas del ascensor en su planta, su humor mejoro notablemente. Aquel mundo seguía igual, nada se había desplomado.

— ¡Por aquí! ¡Las prendas del reportaje por aquí!

— ¡Maquillaje!

— ¡¿Dónde está mi modelo?!

— ¡Ey! ¡Jefa! —Garrett corrió hacia ella con un folio en la mano—. Se te echo de menos, ten.

— ¿Y esto? —Cogió el papel y lo leyó atentamente—. Es bueno ¿Lo has escrito tú?

—Voy mejorando. —él se sonrojo—. Pero no me hacen ni caso.

—No te preocupes, este artículo saldrá de relleno en la próxima edición.  —Gloria le guiño un ojo.

— ¡Gracias! —y el la abrazo fuertemente—. Me alegra que estés de vuelta, esto no es lo mismo sin ti.

Y al caminar hacia su despacho noto las miradas de todos y cada uno puestas en ella, unos con interés, otros con lastima. Abrió la puerta y nada más entrar a su sala se encontró a Dina, esperándola con una sonrisa.

—Hola. —le tendió un café.

—Hola Dina —dejo el artículo de Garrett en la mesa y acepto el café—. Gracias.

—Pensé que te vendría bien para empezar con energía. —Sonrió cariñosamente.

—Energía es lo que necesito —Gloria se sentó en su lugar—. ¿Algo que deba saber?

Una novia para mama ADAPTACION.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora