—Necesitamos algo que llame la atención. —Garrett suspiro mirando los papeles que había sobre su mesa.
—Nuestra revista es una de las más compradas. —Gloria le miro intranquila.
—Pero tiene que llegar a ser la más cotizada, envidiada. —Garrett se masajeo la sien—. Tenemos espacio para un nuevo artículo ¿Pero qué?
—Un artículo puede tener enganche en un día concreto, pero constantemente los estamos cambiando. —Gloria se quedó pensativa—. No todos gustan.
—Y lo que necesitamos es algo fijo, algo que guste, que enganche. —Garrett sonrió—. Sé que se te ocurrirá algo, eres la mejor. Por eso eres mi mano derecha.
—Está bien. —Se levantó de su asiento y camino hacia la puerta—. Pensare en algo
—Una última cosa —el, la miro divertido.
—Dime. —Gloria se giró para mirarle.
—Me gusta la nueva Gloria —asintió sonriente.
Y Gloria le devolvió la sonrisa y salió del despacho su jefe. Garrett era su jefe desde hacía años, siempre se había sentido muy cómoda trabajando con él. Además de eso era un gran amigo, que desde que supo por lo que estaba pasando estuvo dispuesto a ayudarla en lo que necesitara. Pero para su propia sorpresa, ella no necesitaba nada.
Hacía ya tres semanas que se había marchado de la que era su casa, tres semanas desde que decidió cambiar su vida. Y allí estaba, como una mujer luchadora, una madre luchadora.
—Gloria. —Dina se paró ante ella tendiéndole el bolso—. Vas a llegar tarde.
—Mierda. —Cogió su bolso y salió corriendo hacia el ascensor—. ¡Gracias Dee!
— ¡Suerte! —y Gloria sonrió viendo cómo se marchaba
Rápidamente salió del edificio y se subió a su coche, miro la hora una vez más y se dirigió a toda velocidad hacia su destino.
Nada más salir del coche se encontró con Jason que la esperaba en la puerta de los juzgados con el ceño fruncido.
—Lo siento. —corrió hacia el—. Lo siento.
—No te preocupes. —Él sonrió—. ¿Estas lista?
—No. —Y suspiro—. ¿Puedo escapar?
—No. —el negó con la cabeza—. Todo saldrá bien, ya lo veras.
Y entraron a los juzgados, pasaron por el detector de metales y caminaron por el pasillo que les llevaba a la sala de reuniones. A eso iban, una reunión, una reunión para ver si se ponían de acuerdo en un divorcio amistoso. En un principio Gloria había estado dispuesta a darle todo lo que quisiera, no le importaba nada, no quería nada. Pero solo había una cosa que no permitía que le tocaran, a sus hijas.
—Abogado. —El abogado de Ryan estrecho la mano de Jason y después se giró hacia Gloria y asintió—.Señora.
—Señorita. —Ella respondió mirándole fríamente.
—Jason. —Ryan miro a Jason y después a la que era su mujer—. Gloria.
—Hola Ryan. —Jason asintió y tomo asiento. Por su parte Gloria ni siquiera le miro y tomo asiento junto a su abogado.
—Comencemos. —El abogado de Ryan abrió una carpeta y saco unos documentos—. Mi cliente ofrece una generosa suma como pensión como pueden ver —le entrego unos folios a ellos—, además de hacerse cargo de los gastos de salud y escolares de las niñas y darle un dinero en representación de parte de la vivienda.
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Una novia para mama ADAPTACION.
Hayran Kurgu- ¡Pues vete al carajo! ¡Maldito cabron, egocéntrico, hijo de puta! -Allí estaba gritando en mitad de un parque lleno de niños-. ¡Que disfrutes de mi cama con tu zorra oxigenada! ¡Ojala te pegue una enfermedad venérea! Dos años de noviazgo, seis año...