Una Vida Diferente | Sirius Black

35. Represalias y confesiones

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Los Merodeadores

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— Míralos, son tan adorables.―le dijo Peter a Sirius.

Los dos Merodeadores se encontraban de pie al lado de la cama de James mirándolos.

- Pues espero que les duré todo el día... – dijo Sirius

Al escuchar el comentario del Merodeador, Lily abrió los ojos y se encontró frente al pecho desnudo de James. La pelirroja gritó y le dio un empujón al castaño lo que provoco que este se cayera al suelo.

— ¡Ay!―se quejó James desde el suelo mirando hacia Lily

James miró a Sirius tratando de buscar una explicación pero tanto él como Peter estaban riéndose a carcajadas.

― ¡Estaba durmiendo! ¿¡Por qué eres tan bruta?! – se quejó James

— ¡Cállate! ¡Es culpa tuya!―gritó Lily saliendo de debajo de las sábanas

James se levantó del suelo y cogió las gafas de encima de la mesa de noche. Puso los ojos en blanco y se acercó a Lily.

— Buenos días Lily.―saludó Remus saliendo del baño. La pelirroja saludó a Remus con timidez.

— Buenos días―dijo la pelirroja

— Solo por simple curiosidad, por qué habéis dormido juntos? – preguntó Remus abriendo su armario para coger la ropa que necesitaba

— Pues... - dijo James intentando recordar el por qué - ¡¡Alina!!!

James corrió hacia el mismo armario donde se encontraba Remus y lo apartó bruscamente para coger su ropa antes y vestirse rápidamente

- Para que preguntarías... - dijo Sirius con voz enfadada y mirando fijamente a Remus

- ¿Qué? – preguntó Remus sin entender el enfado de su amigo y las prisas de Cornamenta

- Yo me he perdido. ¿Qué se supone que ha pasado? – preguntó Peter confuso

- Eso es lo que pienso averiguar. Y esta vez, Sirius, no te quiero cerca – dijo James mirando desafiantemente a su amigo mientras se ponía los calcetines que Lily le había dado.

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Alina Potter

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Alina, por el contrario, no había podido pegar ojo en toda la noche. Había metido las alas hasta el fondo y ahora no sabía que iba a hacer. Durante todos estos años, siempre supo poner excusas buenas y convincentes a las cuales James asentía sin rechistar y dejaba pasar el asunto pero, ahora, no tenía ninguna excusa para darle. Le preguntaría "Por qué has salido del castillo con la tormenta que está cayendo cuando nos han prohibido salir? En que estabas pensado?" Y  no tenía respuesta para ninguna de las preguntas. Lo que si sabía es que no le podía contar nada a su hermano. Tenía que seguir manteniendo en silencio su secreto.

A lo largo de la noche, se le ocurrió mandarle una carta a Maléfica pidiéndole consejo, pero recordó que la lluvia caía muy fuerte y mandar a Midnight por la noche y con la que estaba cayendo sería, seguro, un viaje peligroso. Después, se acordó de un hechizo que Lily le había explicado hacia un par de semanas. Evans le explicó que había un hechizo que, si lo realizabas correctamente, podía mandar mensajes a quien quisieras y la distancia entre esas dos personas no sería ningún problema. Sin embargo, también le explicó que era muy complejo y que la mayoría de la gente sabía realizar la parte "débil" del hechizo. Incluso Lily le confesó que ella solo sabía lanzar un "Expectro Patronum" de manera incorpórea, el cual no servía para mandar mensajes.