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Los Merodeadores
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Cuando se levantó el domingo por la mañana, James puso tan poca atención al vestirse que tardó un rato en darse cuenta de que estaba intentando meter un pie en el sombrero en vez de hacerlo en el calcetín. Cuando por fin se hubo puesto todas las prendas en las partes correctas del cuerpo, se tumbó en la cama ya que no le apetecía bajar a desayunar al Gran Comedor, como si habían hecho Peter y Remus, y había cogido una de las diferentes revistas que tenía tiradas por el suelo de la habitación
- ¿Te has vuelto a pelear con tu hermana? – dijo Sirius sentándose en la esquina de mi cama
- ¿Por qué lo preguntas? – dijo dejando a un lado la revista sobre quidditch
- La noto rara – dijo Sirius
- ¿Por? – insistió James
- No sé. Da igual, déjalo – dijo Sirius dándole la menor importancia al asunto. No quería explicarle a su mejor amigo que se veía en secreto con su hermana.
- ¿Y que hay de ti? También la noto rara contigo...
- No sé de que me hablas – dijo Sirius levantándose de la cama de su amigo y dirigiéndose a la suya
James quiso dejar ahí el tema ya que sabía que, si seguía preguntando, acabarían discutiendo y, como resultado, enfadados y eso era lo que menos necesitaban en este momento. Después de lo que sucedió con Severus y Remus, lo que más necesitaban en este momento era estar juntos y unidos.
A las doce del día siguiente salieron del castillo bajo un débil sol plateado que brillaba sobre los campos. El tiempo era más suave de lo que había sido en lo que llevaban de año.
Llegaron a Hogsmeade los cuatro y se dirigieron hacia el ventoso callejón salía del pueblo hacia el campo sin cultivar que rodeaba Hogsmeade. Las casas estaban por allí más espaciadas y tenían jardines más grandes. Caminaron hacia el pie de la montaña que dominaba Hogsmeade, doblaron una curva y vieron al final del camino unas tablas puestas para ayudar a pasar una cerca.
Con las patas delanteras apoyadas en la tabla más alta, un perro negro, muy grande y lanudo, parecía estar recordando algo.
—¿En qué piensas Sirius?—le preguntó Peter cuando llegaron hasta él.
El perro olió con avidez la mochila que llevaba Remus, meneó la cola, y luego se volvió y comenzó a trotar por el campo cubierto de maleza que subía hacia el rocoso pie de la montaña.
Remus, Peter y James traspasaron la cerca y lo siguieron. Sirius desapareció detrás de un árbol para aparecer de nuevo con su forma humana. Sirius no quería contarles a sus amigos en que estaba pensando ya que eso sería tan simple como decir: Alina.
Sin embargo, su sonrisa boba se borró al recordar lo que habían estado hablando esa misma mañana ella y el.
Flashback
- Black ¡Déjame en paz! ¿Por qué no te das cuenta de una vez por todas que te odio?
- Simplemente porque no tienes razón para hacerlo.
- ¿Qué no tengo razones para odiarte, dices? Eres un tonto, inmaduro y engreído -dijo la morena a la par que enumeraba con los dedos cada defecto del merodeador sin titubear ni un momento.
- No podrías encontrar 10 razones para odiarme aunque lo intentaras - dijo el moreno con autosuficiencia.
- ¿ah no...?
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Una Vida Diferente | Sirius Black
Fiksi PenggemarUn nuevo curso escolar comienza en Hogwarts. Para James Potter, uno de los estudiantes más populares de Hogwarts, sería un año diferente ya que su hermana pequeña comenzará sus estudios. Alina Potter conocerá el colegio del que tanto habla su herma...