Capítulo: XII
Los rayos del sol acariciaban sus rostros, por lo cual no fue difícil despertarse temprano por más que quisiese seguir durmiendo toda la mañana. Podían quedarse hasta el día siguiente en el hotel y descansar, así que no había ningún problema con quedarse durmiendo hasta tarde. Sin embargo, aun así abrió los ojos algo perezosa, siendo lo primero que vio el rostro durmiente de su novio y su respiración tranquila. Nunca solía ver a Link durmiendo, ya que ella solía quedarse dormida antes y él se despertaba mucho más temprano para salir a hacer ejercicio o entrenar. Pero le gustaba poder verlo así, se sentía especial.
Bajó la mirada, sonrojándose al darse cuenta de que ambos estaban aún desnudos debajo las sábanas. Sabía que era ridículo sonrojarse ante eso, considerando lo que ambos habrían hecho la noche anterior, pero no podía evitarlo ya que aún se sentía inexperta en el tema. Iba a levantarse para así vestirse nuevamente, cuando sintió el fuerte brazo de Link rodear su cintura desnuda y pegársele más a ella por detrás.
-Buenos días.-murmuró Link con una sonrisa en el oído de la chica, por lo que ella se volteó para verle mejor y sonreír igualmente.-¿Te gusta verme durmiendo o qué?
Zelda se sonrojó al haber sigo descubierta, para simplemente desviar la mirada con una sonrisa mientras negaba.
-No sé a qué te refieres.
Al escucharla, Link simplemente rio, acercándola más a él para así besar su frente.
-Me parece adorable.-dijo subiendo su mano hasta la mejilla de la chica y acariciando esta.-Yo también lo hago a veces, me desperté antes y te observé un rato antes de volverme a dormir...
Al escuchar aquello, Zelda rio enternecida mientras se acercaba a acariciar la mejilla del contrario y besar sus labios dulcemente. Le encantaba despertar así con Link, ojalá pudiese despertarse así entre los brazos del contrario todas las mañanas. No iba a dejar que en aquel precioso momento su cabeza se llenase de todos sus malestares y demonios que le impedían tener en ese momento una vida normal como cualquier adolescente normal. Era un momento perfecto, lástima que no durase para siempre.
Las dos noches que pasaron en el hotel con las termas se pasaron volando. No se iban a quejar, disfrutaron bastante de aquellos días, sobre todo cuando los besos escalaban a algo más y acababan bajo las sábanas. Aquellos días no solo les vinieron bien para crecer como pareja, si no para descansar el alma y la mente y poder desestresarse un poco. Por culpa de Ganondorf y todo el peso del mundo sobre sus hombros Zelda tenía ansiedad constante, incluso Link aunque con él se manifestaba sin poder pegar ojo en toda la noche. Le aterraba que algún secuaz de Ganondorf entrase por la noche y se llevase a Zelda, o algo peor incluso. Durante las noches ni si quiera dormía a veces, se quedaba abrazado a Zelda para que no escapase de entre sus brazos y siempre vigilando la puerta.
Ya que sus mini "vacaciones" acabaron, no les quedaba de otra que ir hacia donde la fuente del poder para Zelda meditar y que su poder sagrado despertase. Zelda tenía ansiedad y Link lo notaba por cómo la chica se aferraba a su abdomen mientras conducía la moto hyliana. Deseaba reconfortarla, decirle que no tenía que hacer eso y él lo haría todo por ella, pero sabía que así no la reconfortaría realmente. Solo cumplir con su destino era lo que ayudaría a Zelda con aquella misión.
Estuvo conduciendo por aproximadamente dos horas por medio del campo y se detuvieron frente una cueva que Zelda dijo que Gorko le habría señalado mientras estuvo sola en Ciudad Goron. La cueva estaba oscura, por lo que untaron las gasas del kit de primeros auxilios con un poco del alcohol de este mismo en un palo y luego lo encendieron con un mechero creando así una antorcha. Link simplemente suspiró, sujetando la antorcha con su mano derecha y con la izquierda sujetando la Espada Maestra, ya que aquel sitio le transmitía unas muy malas energías. Zelda caminaba detrás suya, aunque sitió cómo esta se detuvo de la nada.
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The Legend of Zelda: The Lost Legend (ZeLink)
AdventureLas leyendas son relatos que nuestros mayores nos cuentan como entretenimiento o para explicar sucesos del pasado pero nunca son historias verdaderas. ¿Pero qué pasaría si hay una en concreto que sí es real? Universo Alterno Basado en el mundo real...