Lexa, siempre sintió una conexión única e inexplicable con Clarke, una fuerza magnética e hipnótica que le atrajo inesperadamente, que confluyó en una extraña y casi mágica sintonía, creando un vínculo profundo y poderoso.
Clarke ha sido una bendición inesperada en su vida. Un ser extraordinario, con un corazón único, generoso y bondadoso, que ha hecho una diferencia sustancial desde el instante en que sus caminos se cruzaron.
Conocerle fue como ser partida por un rayo en dos; porque hay un antes y un después de Clarke.
Con ella dejaron de existir las caretas y las sonrisas falsas, esas que por años fueron parte esencial de quien era, porque fingir estar bien dejo de ser importante y comprendió que mostrarse vulnerable, no es un problema cuando lo haces con la persona correcta.
Fue quien hizo ceder los muros que rodeaban su corazón y provocó la caída de esa fortaleza que le protegía tan ferozmente, cuando conoció sobre la confianza, la honestidad y el cariño sincero.
Incluso, la carga de sus traumas, se hizo de algún modo más liviana, cuando las compartió con ella, porque aprendió lo que era ser capaz de comunicarse y abrirse sin temores.
Con ella descubrió un mundo que vio imposible, uno con el que solo pudo soñar tiempo atrás; uno donde sonreír se volvió más fácil y comenzó a existir la esperanza de un mañana mejor, donde los fantasmas se pueden ahuyentar y no tienen por qué doblegar su caminar, donde es capaz de disfrutar de la cercanía de otra persona y de un abrazo sincero sin miedos, donde puede sentirse cómoda con una caricia simple o un toque liguero sin remordimientos, ni culpas. Un mundo donde su corazón descubrió lo que era acelerarse por la emoción, no por el temor y la angustia.
Ha sido y sigue siendo difícil lidiar con todo lo que sucede en su vida, pero ya no puede obviar lo que está sucediendo con ella.
No sabe cómo, ni cuándo pasó, o en que minuto cambió, pero hoy, esa atracción y admiración que siempre sintió por Clarke, tomó un curso diferente; uno que trajo una emoción, agitación y nerviosismo diferente.
Es extraño sentir dependencia hacia alguien, lidiar con la necesidad de querer escucharle a toda hora, tener que manejar la ansiedad de querer verle de pronto o contener la emoción cuando le tiene frente a frente.
Clarke siempre le pareció una mujer hermosa y nunca tuvo problemas en reconocerlo, pero hoy, mirarle y apreciarle, ha dado un giro inesperado; uno que provoca un revoltijo en su estómago y acelera su corazón involuntariamente.
Lo que siente y experimenta cuando está con ella se siente como un sueño, como si jamás hubiese despertado del coma en el que cayó después del accidente y teme despertar para darse de bruces con la realidad.
Lexa nunca antes se permitió sentir en el pasado, porque todo cuanto vivió, fue de manera inconsciente y mecánica, obnubilada por el dolor, perturbada por la ira y empujada por aquella necesidad de borrar los recuerdos.
Nunca tuvo la tranquilidad, ni la confianza, para permitirse sentir y conocerse a sí misma sin miedos. Sin embargo, hoy, se ha vuelto consciente de todo lo que siente y de cada paso que da.
Hoy, Clarke, es el inicio y el final de todo lo que se siente bien; pero también de todo lo incierto que hay a su alrededor.
¿Qué es exactamente lo que siente y qué es lo que le mueve? ¿Hasta dónde puede llegar y que es capaz de dar? ¿Será algo pasajero, impulsado por la novedad, la curiosidad o la confusión, o será algo más profundo, qué trascenderá en el tiempo?
¿Qué pensará Clarke? ¿Estará en su misma situación, confundida por lo que sucede entre ellas, o simplemente estará siendo guiada por su filosofía de vida, esa sobre hacer lo que se siente bien y disfrutar del momento sin complicaciones?
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Un viaje inesperado
Roman d'amourLexa y un viaje inesperado. ¿A quién conocerá y cómo terminará? Advertencia: Esta historia contiene temas que pueden afectar la sensibilidad de algunas personas, generar disparadores o herir susceptibilidades.