Capítulo 1

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Un año paso exactamente desde que la reina había dado a luz a su primer hijo Aegon en honor al conquistador, ese mismo día donde celebraban su primer mes la princesa Rhaenyra entro en labor de parto interrumpiendo la celebración, rápidamente todas las atenciones pasaron a ser para la princesa, el rey esperaba afuera de la habitación de su hija, caminaba de un lado al otro angustiado al oírla llorar y gritar, nunca había oído a una mujer gritar tanto ni siquiera a su amada Aemma. Silenciosamente el rey rezaba para que su hija saliera ilesa del parto.

-Ha nacido mi rey

Una de las damas de la princesa salió de la habitación con una amplia sonrisa,sin esperar más el rey junto a su esposa entraron a la habitación donde Rhaenyra y Laenor se encontraban, ignorando a su yerno y esposa, Viserys acunó a su hija en brazos suspirando por fin de alivio al verla sana y salva.

-Mi dulce hija ¿te encuentras bien?

-Lo estoy padre... me gustaría presentarte a Maegor y Daenerys

Un jadeo de asombro salió de los labios de la reina al oír el nombre del niño, ¿cómo se atrevía a ponerle el nombre de alguien tan atroz? No sabía que era peor si el nombre que Rhaenyra eligió o ver la sonrisa del rey al cargar en sus brazos al niño. Una sonrisa que jamás había visto en sus hijos, Viserys sonrió y mecio a Maegor con sus brazos halagando lo hermoso y grande que era.

-Sera un caballero intimidante sin dudas y una refinada dama- afirmó el rey sin dejar de mirar al bebé- ¿Me permites llevarlos a la corte hija?

-Por supuesto padre

Rhaenyra no se podía negar incluso si quisiera, hacia tiempo no veía sonreír a su padre de esa forma, tan orgullosa y alegre, antes de retirarse el rey prometió traer a dos pequeños principes sano y salvo.

Ese día Maegor y Danerys pasearon por toda la fortaleza siendo presentado a cada persona que pasaba, las personas no pidan dejar de hablar de lo feliz que se veía el rey y que el principe Maegor y la princesa Daenerys serían los consentidos de la corona.

El llanto no se hizo tardar, alarmando y asustando el pequeño bebé, Maegor miraba a su alrededor furioso e incómodo, no veía la hora de crecer y hacer las cosas por si solo, no paso mucho tiempo para que estuviera en brazos de su "madre", la cual no dejaba de cantarle y susurrarle palabras amorosas, por el momento las disfrutaría hasta que llegara el momento de salvar su casa y evitar su ruina

Daenerys se encontraba confundida, su llanto era desgarrador como si un profundo dolor la invadiers sin motivo alguno, el llanto empeoró al ser pasada a los brazos de la reina

Sus llantos solo se calmaron al ser puestos en brazos de su madre la cual los abrazo y mimo

-Te adoran

Maegor frunció el ceño al oír las palabras de Laenor Velaryon, era más que claro que debía comportarse si quería que su "madre" lo alimentarse y mantuviera a salvó hasta que pudiera hacerlo el mismo.

-Es el niño más hermoso que he visto- Rhaenyra afirmó sin dejar de verlo- Apenas puedo creer que es real

-Lo es Nyra... nuestro niño es perfecto

Maegor sonrió al oír sus palabras, por supuesto que era perfecto,el era Maegor Targaryen hijo de Aegon el conquistador no había persona más perfecta que el

*

Lo primero que descubrieron Maegor y Daenerys fue que su abuelo Viserys estaba casado con Alicent Hightower, furioso y avergonzado no permitieron que su abuelo lo scargarán, lloraron, patalearon e incluso Maegor lo vómito pero al parecer sus acciones solo lo enternecian al anciano. Ya podría hablar y le diría sus cinco verdades

¿Maegor era tan malo como decían? El solo quería mantener a su sangre a salvó y si bueno, cometio el error de matar a su sobrino Aegon pero lo demás no fue tan malo, cualquiera con sentido común intentaría erradicar esa asquerosa fe que solo provocaba males en el mundo ¿Cómo juzgar a una mujer por luchar? Su madre fue la mejor guerrera del mundo y nadie podría negarselo y si lo intentaban el se asegurarían de que cambie de opinión a golpes.

Daenerys solo se dedicaba a lamentar la perdida de los que amaba, Missandei, Ser Jorah, sus hijos, Drogon, Viserion y Rhaegal

Ya habría tiempo para salvar su hogar mientras tanto disfrutaría de los amorosos besos y abrazos que su nueva madre le daba que bien merecido tenía por el gran trabajo que tendría.

Reencarnacion TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora