Me acerque dudosa para ver que había y en efecto era una caja blanca, la saque y la coloque en la mesa después lo mire confundida el solo sonreía.
-Ábrela-. Ordeno, dudo mucho que este aquí mi cartera, que demonios tiene en la cabeza este tipo, no entiendo porque me da esto, desate el lazo negro en forma de moño y levante la tapa de la caja, en vuelto en un ligero pliego de papel china blanco estaban unos zapatos de plataforma o zapatillas de plataforma, no sé cómo decirlo, pero algo que si sabía era que eran hermosos.
Debo admitir que no era fanática de los tacones, no estaba acostumbrada a usarlos, pues me cansaban demasiado, pero ver estos zapatos tan hermosos, hizo que comenzara a imaginarme cientos de combinaciones de outfits con los cuales poder usarlos, se veían tan lindos, aunque no estaba segura si eran de mi estilo aún así me habían encantado.
Pero basta ya de alabarlos, porque me dio algo así conociéndolo no creo que sea gratis.
-Oye, son bastante lindos, pero no puedo aceptarlos.
-No empecemos con eso de nuevo, pensé que a lo mejor no te gustarían, pero tu cara dice todo lo contrario.
-Okey, siendo sincera no sé porque me das algo así, pero conociéndote creo que traes algo entre manos.
-No para nada, el hecho de no haber cuidado tus tacones originales y solo haber podido salvar uno, me hizo sentir mal, sé que no son nada baratos por eso decidí comprarte unos, busque algunos que se parecieran a los que perdiste, pero no encontré nada, así que me gustaron estos y pues simplemente los compre para compensar mi error.
-Okey am voy a creerte, pero donde está mi cartera-. De la bolsa de su pantalón saco mi pequeña cartera, creí que lloraría, me la entrego, oh por dios por fin la tenía en mis manos, mi pequeña bebe, jamás nos habíamos separado por tanto tiempo.
-Hay muchas gracias, estoy realmente agradecida por los zapatos y por la cartera, me estaba volviendo loca de no saber dónde estaba.
-Me imagino, de hecho, te deje una pequeña muestra de mi perfume, entre las tarjetas-. Fruncí el ceño porque demonios haría eso, eso es realmente raro.
-Okey no se para que me va a servir, pero gracias creo.
-A todos les gusta como huele y creo que no te acercarías lo suficiente como para olerlo, así que te dejo una muestra para que me recuerdes-. De hecho, si me había llegado el aroma, pero no creía que tener una muestra me fuera a servir de algo.
-Está bien, basta de cursilerías no lo necesito, pero gracias-. Mire hacia la ventana ya había oscurecido, creo que ya era hora de que se fuera.
-Bueno creo que ya es muy tarde, mañana tienes que ir a trabajar ¿no? -. Quito su sonrisa y se levantó de la silla.
-Tu no trabajas o qué?
-Ahorita estoy de vacaciones.
-Hay que suerte la tuya, yo también quisiera pedir mis vacaciones-. Ya sé por dónde quiere ir, quiere seguir sacándome tema de conversación, en serio que es casi imposible deshacerme de él.
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Después de El...
RomansaAveces las personas llegan en el peor momento, o mejor dicho en el momento más indicado, en el momento donde sientes que todo se derrumba y no hay un rayo de sol entre toda esa tormenta, y es allí donde llega una persona totalmente diferente a lo qu...