Capítulo 3

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━No me parece que sea una buena idea querido ━El rey Yves hablaba con su esposo dentro de su despacho privado ━. Alguien podría reconocerlo en el puerto de Adir, las consecuencias serían terribles.

━Tú sabes que el corazón de Soobin está inquieto, después de pasar un año en un barco pesquero en Solitude, difícilmente puede estar dentro del castillo━ El rey Rémy habló con honestidad━. Además, él no es un niño, no podemos obligarlo a que se mantenga oculto.

El rey Yves suspiró, él conocía la naturaleza salvaje de su hijo, desde que era un bebé siempre había sido intrépido; sabía que, para él, permanecer encerrado dentro de cuatro paredes podría parecer una tortura ━Lo sé, pero no puedo evitar preocuparme.

━Yo iré con él cariño, no permitiré que nadie lo vea ━El rey Rémy tomo la mano de su esposo ━, pasaremos unos días en Genové y regresaremos justo para la audiencia con los reyes de Valleir-Hiver.

━Está bien mi amor, confío en ti ━Al fin el rey Yves accedió tomando la mano de su esposo y besándola con cariño ━, es sólo que, ¡los extrañaré mucho!

━ ¡Sólo serán unos días su majestad! ━El rey Rémy arrugó la nariz ━. Volveremos mucho antes de que nos extrañe.

Soobin y su padre, partieron rumbo a Adir en punto de las 12 de la madrugada.

El carruaje real los llevó por los caminos del bosque y unos minutos más tarde de las 5 de la mañana, ellos ya se encontraban a bordo de uno de los barcos de Ecláire. Soobin había llevado puesta la ropa del rey Yves y una túnica cubría su cabeza, nadie se atrevió a preguntar.

La isla de Genové era un paraíso tropical, con altas palmeras y arena blanca. El único acceso con el que contaba, era un pequeño muelle al sur de la playa, lo demás estaba rodeado por enormes riscos.

El sendero subía en una escalera de piedra que llegaba a la casa que los reyes de Ecláire habían construido. Era una edificación de dos pisos hecha de piedra caliza, dotada de las mejores comodidades.

Al rededor de las siete de la mañana, ellos ya se encontraban en la isla disfrutando del sol.

Soobin se sintió renovado tan solo por sentir la brisa marina sobre su piel. Ahora se encontraba parado sobre el mar tranquilo, sus pantalones estaban enrollados hasta sus rodillas y sus pies descalzos sentían la arena bajo el agua, varios pececitos coloridos rozaban su piel.

El viento sopló despeinando su cabellera rebelde, éste desabotonó su camisa y desvistió su torso, arrojó la prenda a la playa, se sumergió en el agua y cuando el mar cubrió su pecho se zambulló en el océano.

Nado en lo profundo por un rato, hasta que sus pulmones exigieron aire y emergió a la superficie, su cabello mojado saltó libre al viento. Nado dando brazadas hasta el otro extremo de la isla, sus brazos fuertes se movían con parsimonia y elegancia sobre las aguas marinas. Cuando regresó a la playa, salió del mar sintiéndose pesado, pero a la vez cargado de energía, cayó sobre la arena blanca de espaldas tratando de recuperar el aliento, su pecho desnudo subía y bajaba al compás de sus respiraciones.

Después de un rato, Soobin subió a la casa, pues sabía que su padre le estaba esperando. Ellos habían llevado a dos criados para que les ayudaran a poner la casa en orden, pero ahora todos se encontraban en la cocina hablando con preocupación.

━ ¿Qué pasa papá? ━Soobin entró a la habitación llamando la atención de todos.

━Malas noticias hijo ━El rey explicó ━. La hornilla no está funcionando, pero descubrimos que es debido a que se ha quedado sin carbón, no podemos encenderla.

Rencor©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora