—Estoy bien papi —Soobin por fin sintió que su lengua se destrababa y aunque una lágrima traicionera rodó su mejilla, no se permitió llorar más.
El sonido de caballos acercándose los distrajo del momento, y todos volvieron su atención a quien se acercaba. Los jinetes iban cubiertos por túnicas negras. Beomgyu fue el primero en alejarse de ellos y caminó con prisa hacia los recién llegados.
—Ya estoy aquí amor mío —Kang Taehyun detuvo su corcel y bajó de prisa recibiendo el abrazo efusivo de su esposo —. Todo salió con respecto al plan, no te preocupes más por favor.
—¡Me alegra mucho, mi amor! —Beomgyu no soltó el fuerte abrazo de su esposo.
El jinete del otro caballo descendió y al quitarse la túnica fue que Soobin lo identificó —¿Kai? —preguntó sorprendido.
—¿Estás bien Soobin? —Kai caminó a él y se abrazó a su espalda. El pelinegro lo envolvió en sus brazos y aspiró su dulce aroma —. No estaba seguro de confiar en la máquina del rey Yeonjun, pero parece que funcionó.
—Lord Kamal, ¡me ofende! —Yeonjun habló con injuria —, ¡no puede usted dudar de mis habilidades nunca!
—¡Lo siento su majestad! —Kai respondió sonriendo, sin soltar el abrazo de Soobin —, pero desconocía sus habilidades y la capacidad de su nave.
—Gracias a ti, es que todo salió bien otra vez —Taehyun tampoco soltó a Beomgyu —. Los guardias ni siquiera nos percibieron cuando llegamos, solo los contuvimos, despertarán con un dolor de cabeza en la mañana, pero eso es todo.
Soobin frunció el ceño y bajó la mirada hacia Kai —¿Tú?, ¿tú y el rey Taehyun? —preguntó con enorme asombro —. ¿Eras tú?
Kai sonrió —¿Otra cosa de la que desconocía que fuera capaz, príncipe Ecláire? —preguntó con sarcasmo.
Soobin lo miró con la boca abierta, pero no se atrevió a decir nada, sentía el enorme deseo de besarlo hasta quedarse sin aliento, pero los soberanos de varios países se encontraban presentes y no lo creyó prudente.
—Lo importante es el siguiente paso— Taehyun habló y caminó de la mano de Beomgyu a donde todos se encontraban —. Los miembros del senado asumirán que escapaste, aunque no sabrán como, ya que no hay testigos oculares, su incredulidad les impedirá si quiera saber por dónde empezar a buscar.
—Ya está todo arreglado cariño —El rey Yves se añadió a la conversación —. Tú podrás vivir en Genové, a donde podremos verte con frecuencia, los miembros del senado, tienen prohibido acercarse a nuestras posesiones, por lo que jamás podrán husmear en el territorio.
—Además de que tendrás que hacer un trabajo muy importante para mí— Taehyun fue el siguiente en hablar —. Yo soy el canciller internacional, así que borraré cualquier dato que llegue a manos del senado, que sirva como prueba a tu paradero, de esa manera comandarás mis embarcaciones sin ser descubierto.
Soobin los miraba a todos como si de pronto se hubieran convertido en seres mitológicos —¿Yo...? —El príncipe trataba de hablar, pero no sabía por dónde comenzar sus sentencias.
—¿Aceptas hijo? —El rey Remy fue quien preguntó con precaución —, ¿estás de acuerdo en nuestros planes?
—¡Ahh...! —Soobin seguía sin poder generar palabras concretas —Yo... pues, ¿capitán? —preguntó a Taehyun —, ¿vivir en la costa por el resto de mi vida? — Se dirigió a sus padres —, ¿están seguros de que no estoy muerto y llegué al cielo?
Todos comenzaron a reír por la sentencia del príncipe, pero les agradó saber que él no parecía estar molesto por sus decisiones.
—Sólo me faltaría algo para alcanzar mi paraíso real— Soobin les sonrió a todos por respuesta —, es decir, claro que acepto, es casi la vida perfecta para mí, solo...
—¿Qué falta hijo mío? —El rey Yves preguntó con preocupación.
—Me falta mi príncipe— Soobin miró a su padre, sonrió y después miró a Kai quien sonreía de vuelta—. No podría vivir una vida perfecta si tú no estás en ella, y de verdad deseo que estés junto a mí.
A la vista de todos los reyes, y bajo la mirada curiosa de sus padres, Soobin se arrodilló frente a Kai— Lord Kai Kamal Huenning de Valleir, ¿quisiera acompañarme en mi exilio y vivir hasta la eternidad a mi lado?
Kai miraba a Soobin con timidez, su rostro estaba iluminado en rojo— Me encantaría vivir la eternidad a su lado Príncipe Ecláire, no importa cómo, mientras esté a su lado, a lo que sea, la respuesta siempre será sí.
Yeonjun fue el primero en aplaudir y todos los demás le siguieron, sobre todo los padres de Soobin quienes miraban a su hijo con orgullo. El rencor que había regido sus vidas ahora se convertía en perdón silencioso, transformando los malos momentos en gozo, el pasado estaba atrás.
Aunque aún quedaba algo que Soobin debía saber, pero de eso ya se encargaría Kang Taehyun más tarde. Después de celebrar su triunfo.
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Rencor©
Fanfiction"CRÓNICAS Y LEYENDAS DE CROWN CITY" 1a edición 1952 Después de escapar de la guardia de Valleir, el príncipe Soobin de Ecláire, se une a la tripulación del Avalon, un barco pirata comanda...