Capítulo V:
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COSAS DE LA VIDA
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Feliz cumpleaños, Naruto.
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Naruto.
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10 de Octubre.
Estaba dormido en mi cama, hacia mucho frío ese día. El despertador había sonado hacia unos veinticinco minutos pero realmente no quería levantarme.
―Despierta, Naruto―
Al abrir mis ojos encontré a Sakura demasiado cerca de mi mientras sonreía, sentí que toda la sangre se me subía a la cabeza. Ella se sentó a mí lado y me entregó una bolsita de color naranja brillante.
―¡Feliz cumpleaños!― Chillo mientras nuevamente se tiraba sobre mi abrazándome ―Anda, ábrelo― Me ordeno ―Es de parte de Tsunade y de mí― Dijo con una sonrisa observándome.
Abrí la bolsa de regalo y me encontré con un hermoso collar.
―¿Te gusta?― Yo solo asentí y ella tomo el collar entre sus manos ―Deja, te lo coloco―
Sentí ese aroma a cereza cuando ella se acercó más a mí y sus senos rozaron levemente mi pecho cuando se inclinó sobre mi pasando el collar por mi cuello. Sonrió al alejarse y acomodo la piedra que colgaba del collar sobre mi pecho.
―Gracias, Sakura― Susurré perdido en esos ojos verdes.
―Ya tienes dieciséis― Exclamó ―Al fin tenemos la misma edad― Dijo a modo de broma.
Sakura tenía los dieciséis desde marzo y desde que la conozco Sakura siempre es la primera en felicitarme. La mire detenidamente y pude observar lo bonita que estaba.
―Vístete― Me ordeno levantándose de la cama ―Sasuke vendrá por nosotros para ir a desayunar― Dijo mientras salía de mi habitación.
Lo había olvidado. Eran novios desde hace un par de semanas.
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―Naruto―
―¿Qué?― Grité aún recostado en la cama.
El viejo no me contesto obligándome a levantarme de la cama e ir al living donde veía miss universo por televisión.
―¿Qué quieres? ― Volví a preguntarle y el timbre sonó en ese momento.
―Baja a pagar la pizza― Me ordeno Jiraiya con la vista fija en la pantalla.
―¡Ve tu, viejo pervertido!― Chille enojado que haya interrumpido mi siesta.
―Estoy ocupado― Murmuro ―Y deja de decirme así, Naruto. Que escuchan los vecinos― Me reto enojado.
Bufe por lo bajo y tomé el dinero de encima de la mesa de mala gana. Baje al recibidor del edificio y le pagué al repartidor, este me entrego las dos cajas de pizza. Cuando iba a cerrar la puerta de entrada la vi.
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Cosas de la vida.
RomanceLa típica apuesta escolar. Yo ya no sentía nada, lo único que quería era que Sasuke Uchiha me pidiera perdón de rodillas. Si en algún punto de mi vida Sakura Haruno volvía a destruirme y hacerme pedazos, yo moriría feliz. Yo era su detonante, ell...