Capítulo XII:
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COSAS DE LA VIDA
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Depresión.
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Gaara.
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―Mami, tengo miedo―Susurré mientras apretaba su mano.
Otra vez el cielo se ilumino afuera de mi ventana. Serian cerca de las once de la noche y cada vez llovía con más fuerza. Mi madre me sonrió con cariño y me arropó entre las cobijas. Se sentó en la cama junto a mi y acaricio mi mejilla. Su sonrisa se veía tan extraña pero tenia ocho años y no pude notar lo mal que estaba.
―Te amo, pequeño― Susurro besando mi frente ―Descansa―
Esa fue la última noche que la vi con vida. Se suicido colgándose en nuestro ático. Yo la encontré. Papá no volvió a casarse, se hundió en la bebida y Temari, mi hermana mayor se tuvo que hacer cargo de la casa. De nosotros.
Dicen que la depresión es hereditaria.
Temari y Kankuro jamás dieron señales de haberla heredado. Yo por el contrario.
―Come, Gaara― Me ordeno Temari con una sonrisa ―Se nos hará tarde―
Yo solo asentí no quería llevarle la contraria. Ya bastante tenia Temari obligando a Kankuro a ponerse el uniforme escolar.
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―Bravo― Escuche sus voces detrás de mi.
¿Tan concentrado estaba en mi música que no los había escuchado entrar? Deje el piano de lado y voltee a verlos.
―Cada vez mejor ― Murmuró Naruto y Sakura se sentó a mi lado en el banco del piano.
―¿Qué hacen aquí?― Pregunté confundido.
―¿Crees que no sabemos que día es hoy?― Mencionó Sakura con una sonrisa y yo realmente deseaba que lo olvidarán.
Entonces entraron Temari y Kankuro.
―Feliz cumpleaños― Susurro mi hermana mayor y dejo el pastel sobre mis piernas.
Sakura se acerco mas a mi y Kankuro saco una vela partida por la mitad color roja del bolsillo de su chaqueta.
―Perdón ― Se disculpo mi hermano mayor.
―Solo una cosa tenias que hacer― Le reprocho la rubia enojada.
―Es perfecta― Susurre evitando una pelea entre mis hermanos.
Kankuro le sonrió con sorna a Temari mientras colocaba la maltrecha vela en el pastel color celeste. Naruto encendió la vela.
―Felices quince años―
Otro cumpleaños más en ese lugar. Porque olvidaba comentarles que cuando cumplí diez años ingerí veneno para ratas. Temari me encontró. No merecía ver a su pequeño hermano así. Solo tenía doce y se hacía cargo de todos nosotros.
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Sakura.
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Cosas de la vida.
RomanceLa típica apuesta escolar. Yo ya no sentía nada, lo único que quería era que Sasuke Uchiha me pidiera perdón de rodillas. Si en algún punto de mi vida Sakura Haruno volvía a destruirme y hacerme pedazos, yo moriría feliz. Yo era su detonante, ell...