Cosas de la vida.

Capítulo VIII

Capítulo VIII:

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COSAS DE LA VIDA

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Es un hombre después de todo.

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Sakura.

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―Tengo un regalo para ti― Susurre en su oído.

El rubio volteo de prisa a verme y tomo la bolsa de papel de mis manos.

―¿Para mi?― Pregunto incrédulo.

Yo solo asentí y lo vi abrí abrir la bolsa y sacar una chaqueta de nylon de su color favorito.

―¿Te gusta?―  

Él solo asintió como niño pequeño probándose la chaqueta y se sentó nuevamente a mi lado en mi cama, estábamos en mi habitación.

―Sakura ¿Estás bien?― Murmuró y yo voltee a ver los ojos más lindos que vi en mi vida.

Los de Naruto. No los de Sasuke. Los de Sasuke eran oscuros, fríos, intimidantes. Los de Naruto eran cálidos y reconfortantes.

―Mejor que nunca― Murmure.  

Él clavo sus ojos azules en mi y se sonrojo cuando me acerque a él. Quiso alejarse, fui yo quien no se lo permití, apreté su mano con la mía.

―¿Ya haz estado con una mujer?―

Su cara paso a color bordo y me desvío la mirada. Supe en ese momento que la respuesta era no.

―¿Esperas a alguien especial?― Le pregunté con los ojos fijos en él.

Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración en mis labios. Naruto no dijo nada. Solo bajo la cabeza y observo el suelo. Aún así no soltó mi mano. Mi corazón latía cada vez más fuerte y podría jurar que Naruto también lo oía.

―¿Me esperas a mi?―

Naruto volvió a mirarme. Entre sorprendido y apenado y yo levante una ceja esperando su respuesta.

―No―

―¿No?―

―Si― Acabo aceptando.

Yo lo sabía. Me había echo la estúpida durante mucho tiempo pero sabía que le gustaba a Naruto. No quise decir nada antes porque era mi mejor amigo y porque así lo veía. Lo seguía viendo como mi mejor amigo aún pero algo dentro de mi se había apagado. Ya no me importaba tener amigos. Tampoco me importaba tener un novio.

Yo solo quería que Sasuke Uchiha se arrodillara y me pidiera perdón.

Me levante de la cama y me aleje unos pasos. Naruto me miro confuso quizás pensando que iba a pedirle que se marchara pero en lugar de eso me quite la blusa y los pantalones y quede en ropa interior frente a mi mejor amigo.

―Sakura― Susurro observándome con el rostro sonrojado.

Yo lo ignore. Ignore su mirada lastimera. Ignore sus nervios y me arrodille ante él. Naruto abrió las piernas para que me acomodara entre ellas. No dijo nada más. Era un hombre después de todo.