Capítulo 8 y aviso

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Chicas! Siento no actualizar desde varios días, pero robaron los cables del Internet (estos pillines, Carlota) Pero ¡volví! Así que, para compensarlas, voy a actualizar mi novela y proponerles algo: en este cap, en la sección de comentarios, ustedes pueden preguntarme cosas y darme ideas para continuar la nove (sería como un trabajo en equipo) además son libres de corregirme y criticarme (pero no sean malitas) para poder mejorar y ofrecerles algo mejor a ustedes ¿Qué les parece? Así nos conocemos un poco más, cooperamos y hacemos de esta una mejor novela.

Pues era eso, comencemos con el cap.



La princesa tomaba té y mantenía la vista fija en una de sus pantallas de espionaje. Murmuró algunas palabras incomprensibles mientras vigilaba la cámara que mostraba a la Princesa Flama sentada, llorando.

-No debería haber salido de su lámpara ¿acaso Jake nunca escucha? -susurró fastidiada. Tomó otro sorbo de té de manzanilla y suspiró - Al menos no presenta acciones peligrosas para el entorno -murmuró entre dientes.


Hasta que la Princesa Flama se paró y comenzó a hacerse más y más grande.

La Dulce Princesa abrió los ojos y se incorporó de su silla, haciendo que la taza con el té se estrellara contra el suelo, haciéndose añicos.

-¡Oh, no! ¡Va a atacar! -gritó corriendo hacia la salida. Cerró la puerta con candado, puso el letrero de "No entrar" y corrió hacia el Guardia Banana más cercano.

-¡Dile al capitán que apronte su batallón y que se dirijan a la casa de Finn y Jake! -ordenó la Princesa, nerviosa -¡Y dense prisa!

El Guardia Banana asintió con la cabeza y corrió tanto como sus piernas se lo permitían. La Princesa se dio la vuelta y comenzó a correr hacia su habitación. Cuando llegó, rápidamente se vistió con una armadura, agarró su Walkie-Tokie y salió al balcón. Su batallón corría y levantaba polvo mientras cruzaba la puerta del Dulce Reino.

-Jake, eres un idiota -murmuró, mientras corría hacia la puerta del castillo.


 En la casa del árbol


Finn y Jake dormían plácidamente, sin preocupaciones. Hasta que un calor insoportable los despertó.

-Viejo ¿prendiste la estufa? -preguntó Finn, medio dormido. Jake se desperezó.

-Claro que no, viejo -respondió.

-¿Y porqué hace tanto calor? ¿Acaso BMO tiene una función de calor? -preguntó molesto.

-No lo creo -bostezó Jake.

Finn salió de la cama y miró por la ventana. Inmediatamente gritó.

-¡SE QUEMA, VIEJO, SE QUEMA! -gritó señalando una parte de la casa del árbol que se veía por la ventana -¡LA PRINCESA FLAMA ESTÁ QUEMANDO NUESTRA CASA!

Jake salió de la cama inmediatamente y abrió los ojos como platos.

-Hay que hacer algo, viejo -dijo Finn, mientras miraba hacia todos lados, esperando lo peor.

-Agarra a BMO y salgamos de aquí -dijo Jake, serio. Finn hizo lo que le ordenó y los tres salieron rápidamente de la casa, saltando por la ventana.

-Siempre quise hacer esto -comentó BMO.

Finn lo miró molesto.

-Viejo, mira. El batallón de la Dulce Princesa y la Dulce Princesa vienen hacia aquí -dijo Jake, cuando ya estuvieron en el suelo. Finn miró hacia donde Jake señalaba.

-¡Traen una manguera! -sonrió BMO, que también miró hacia allí.

-¡Eso es malo! ¡Pueden hacerle daño! -gritó Finn, preocupándose por la Princesa Flama. Jake lo miró extrañado.

-Hermano ¿enserio te preocupas por eso ahora? ¡Esa tipa quiere quemarnos vivos! ¡Y está destruyendo nuestra casa! ¿En serio te preocupas por ella? -Preguntó Jake, enojado. Finn lo miró con mala cara.

-Esto fue tu culpa, Jake -respondió -Tú deberías arreglarlo. Yo al menos me preocupo por ella, tú sólo te preocupas por cosas materiales.

Jake lo miró pensativo, pero la voz de la Dulce Princesa lo desconcentró.

-¡Jake! ¡Te dije que no fueras por ella! ¿Todos están bien? -preguntó tocando las mejillas de Finn. Finn se sonrojó.

-Si, princesa -respondió BMO -Pero no puedo decir lo mismo de la casa.

La Princesa miró hacia la casa y se volvió a su batallón, que sostenía una gigantesca manguera azul y rosa. Le hizo unos gestos al Capitán Banana Guardia y en seguida salió un chorro muy potente de agua de la manguera.

-Van a apagar el fuego, pero puede haber daños graves -explicó la Princesa, mirando a Finn y a Jake.

-No le hagan daño -dijo Finn, mirando a la Princesa. La Princesa lo miró sorprendida.

-No esperes que cumpla esa orden, Finn -respondió Dulce Princesa.


The FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora