Finn miró a la casa y luego a la princesa tres veces, y cuando los Guardias Bananas aprontaban la manguera, Finn corrió hacia el Batallón y se puso en frente de ellos.
-¡No disparen! -gritó moviéndo los brazos lo más que podía, los guardias dudaron pero luego soltaron la manguera - ¡TIENEN QUE DESTRUIRLA! -ordenó, mientras la Princesa corría hacia ellos -¡RAPIDO! -apuró.
-Finn ¡NO! -corrió la Dulce Princesa. Pero ya era demasiado tarde, los Guardias Banana destruyeron la manguera en un abrir y cerrar de ojos -¡Tu casa se quemará, idiota!
"Idiota"
Esas palabras lo afectaron como cuchillos. Finn se quedó un momento en blanco, y una pequeña lágrima se asomó de sus ojos, y lentamente llegó a sus mejillas, deslizándose en silencio. Finn miró hacia la casa, intentando ocultar su cara de la Dulce Princesa, y tristemente se dió cuenta que ésta ya era cenizas. Sin embargo, parpadeó un par de veces y se dio cuenta que la Princesa Flama lentamente bajaba de la casa, y se volvía cada vez mas pequeña, quedando del tamaño de Finn. Se acercó a él, lentamente, ante la mirada atónita de la Dulce Princesa, que murmuraba algo para sí.
-Gracias por salvarme, siento lo de tu casa -se disculpó Princesa Flama. El Batallón de la Dulce Princesa retrocedió unos pasos. Finn se rascó la cabeza, pensando en que decir.
-Oye -Finn tragó saliva -lo que pasó antes, fue un malentendido. Jake fue a tu reino y yo... Bueno, no sabía nada. Siento haberte lastimado -la Princesa Flama abrió un poco la boca, sorprendida, y luego sonrió.
-Está bien, no importa -respondió. Finn sonrió aliviado. Quizá haya alguna oportunidad de ser amigos, o conocerse mejor -¿Tampoco eres un príncipe? -preguntó divertida.
-No lo creo -dijo Finn, y rieron juntos. La Dulce Princesa estaba en shock, pero luego sacudió su cabeza y caminó decidida hacia ellos.
-Siento molestar esta conversación, pero Madelein debe ir a la cárcel por quemar una vivienda, quizá dos o tres años -dijo claramente molesta. La Princesa Flama o "Madelein" dejó de sonreír, pero Finn lanzó una carcajada.
-No se preocupe, Princesa, yo la dejo libre de cargos -dijo Finn. La Princesa abrió los ojos y la boca, y la Princesa Flama se sonrojó.
-Pe-pe-pero -tartamudeó Dulce Princesa.
-Eso vale, no tiene excusas, Princesa -interrumpió Jake, que había llegado hasta allí con BMO -Hasta yo lo sé, jeje. Dulce Princesa se sonrojó, con verguenza. La Princesa Flama sonrió.
-Pero... Quemé tu casa... Algo tengo que hacer -dijo Madelein, sintiéndose culpable.
-No, no te preocupes -sonrió Finn. Madelein sonrió y ambos se miraron a los ojos. Como si tuvieran una conexión.
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The Flame
FantasyPrincesa Flama, o Madeleine (sé que no es su nombre verdadero pero que más da) es la princesa escondida en su reino. No tiene amor ni amigos aunque es adorada de alguna manera u otra. Por otro lado, Flinn el humano, héroe con el corazón roto. Un ch...