CAPÍTULO SEIS

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 Spoiler. No lo hice. Decidí omitir lo que había ocurrido con Benjamín ya que, aunque Danny no es un chico celoso, no quiero involucrarnos en una discusión, especialmente con algo que no tiene importancia y que no se volverá a repetir. Además, ya está bastante estresado con sus asuntos. Por esa misma razón, casi no pude hablar con él esta mañana. Así que, invité a Ramiro a mi casa para que me hiciera compañía.

"Creo que estoy enamorado", dijo en cuanto llegó, refiriéndose al chico con el que había estado en la reunión. "Es mi alma gemela, es hermoso, divertido, simpático, inteligente, alto, fuerte. Es todo lo que siempre quise en un hombre", añadió con una enorme sonrisa en su rostro.

"Estoy feliz por ti", comenté con sinceridad. Ramiro se merecía estar con alguien que lo quiera tan intensamente como quiere él. Pero supongo que no soné tan convincente porque puso mala cara.

"Ya puedes contarme qué pasó entre tú y el señor 'no creo que le guste, pero igual me acurruco con él'", respondió con su tono de voz más pícaro y burlón.

"¡Oyeee!. Yo no me acurruqué con él. Me quedé dormida y fue sin querer", dije en un intento por defenderme.

"¿Es eso lo que te dices a ti misma?" preguntó mientras dejaba escapar una carcajada. "Sabía que en cuanto hiciera el truco del sofá alguno de los dos haría un primer paso".

"¿¡Lo hiciste a propósito!?" pregunté y acusé al mismo tiempo.

"Pues claro, querida. Es más que obvio que Benjamín quiere comerte la boca y está intentando con todas sus fuerzas acercarse a ti sin parecer un total desesperado".

"No creo que sea verdad, y aunque lo fuese no es algo que vaya a permitir que pasara", expresé siendo totalmente honesta. "No sabes lo mal que me he sentido por lo que ocurrió anoche, así que estoy segura que nada más va a pasar entre nosotros".

Le compartí todas mis preocupaciones, expresando mi culpa y angustia. Por un lado, sentía que lo que había sucedido no era correcto, pero al mismo tiempo consideraba que estaba exagerando, ya que no había hecho nada malo. Al parecer, Ramiro estaba de acuerdo conmigo porque su consejo fue: "No has cometido ningún crimen. No has salido con él, no se han acostado, ni besado, ni siquiera tienen conversaciones inapropiadas. Como tú misma has dicho, son buenos amigos, tienen mucha química, pero nada más. No creo que debas preocuparte. En todo caso, disfruta del momento, ve hasta dónde llega, siempre y cuando te sientas cómoda. La vida es corta y sólo tienes veintitrés años", concluyó.

Hablar con Ramiro si hizo que al menos me sintiera más tranquila. Probablemente yo esté exagerando todo el asunto y dándole significados a cosas que en realidad no lo tienen. Así que el lunes me desperté como si nada hubiera sucedido y me dirigí a la oficina con mi mejor cara y ganas de trabajar.

Al llegar me enteré que debíamos asistir a la presentación de una autora que había publicado su último libro con nosotros, lo cual me emocionó enormemente. El evento se realizaría a una hora de Karovo, por lo que la compañía decidió rentarnos un auto particular.

Íbamos en el taxi, Ramiro, Benjamín y yo. Irónicamente, Benjamín se encontraba en el asiento central, entre ambos. Durante toda la hora del viaje, preferí fijar mi mirada en el paisaje exterior, fingiendo estar maravillada por la vista. En realidad, solo trataba de evitar su mirada. No deseaba estar tan cerca de él, especialmente cuando su perfume me estaba volviendo loca. Además, desde aquella noche en la reunión, no habíamos intercambiado palabra alguna. Cuando nos encontramos temprano, solo compartimos una mirada fugaz y un leve asentimiento de cabeza. ¿Qué significaba eso? Ni siquiera quería saberlo.

Mis esfuerzos por mantenerme distante se desvanecieron cuando el taxi frenó de repente y Benjamín extendió su brazo para posarlo sobre mi pierna.

Me quedé inmóvil, sintiendo el toque de sus dedos sobre mí. Aunque iba vestida con un pantalón largo podía sentir el calor que desprendía su piel sobre la mía. En el instante que levanté la mirada me di cuenta que lo mismo había hecho con Ramiro y sentí en mi pecho algo extraño.

MIENTRAS NADIE VEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora