Decidí dejarlo descansar, así que bajé con mi madre para evitar que subiera y se diera cuenta que el héroe número tres estaba durmiendo en mi cama. No podría con la vergüenza, pero esa sensación rebelde comenzaba a gustarme cada vez más.
La ayudé a preparar la cena, mientras oíamos su radio y le contaba del evento al que tenía que acudir en dos días, para la caridad.
Me ayudó a pensar ideas de fotos, así como ciertos comportamientos que tomar con los héroes, para no hartarlos. Después entramos a la conversación de mi chocoso evento de la graduación. Por el lado amable, le conté que ya me había contentado con Bakugo e iría conmigo a mi graduación, después de todo.
Por el lado menos amigable, me preguntó si había practicado pasos de baile. Mi madre le decía así, ya que no sabía qué «bailaba la juventud». Dejé escapar un suspiro, diciendo que no me agradaba nada la idea de un bailecito.
—Te aburrirás una barbaridad —recriminaba mi mamá.
—Para nada, puedo hacer otras cosas, además, con Bakugo siempre me divierto.
—Eso dices, pero te encanta bailar con tu papá, y veía cómo observabas a los jovencitos cuando bailaban en pareja.
—Eso era cuando tenía ¿qué?, ¿cinco años? Tranquila, estaré bien, mamá.
Ella suspiró, después de ver el reloj de pared. Era tarde, mi padre ya debía haber llegado.
—¿Dónde está papá? —le pregunté al notarlo.
—Tuvo una emergencia en la agencia de Nighteye; al parecer un grupo de radicales fueron a reclamarles sobre la seguridad o algo así. Se tuvo que quedar a apoyar, así que cenaremos solas, Vanille.
—Pobre papá... Hum, mamá, ¿me das un segundo? Tengo que ir a comprobar algo en mi habitación.
—Sí, ve, aquí te espero. ¿Puedes poner la mesa al bajar?
—Ajá —respondí, saliendo de la cocina.
Ya habían pasado dos horas, ¿ya habría despertado? No oía nada de ruido.
Entré a mi cuarto con lentitud, asomando mi cabeza primero. Hawks seguía profundamente dormido, respirando tranquilamente.
Salí despacio, cerrando la puerta con cuidado. Seguro estaba muy cansado, así que bajé a cenar con mi mamá con más calma.
Fue una cena rápida, ya que seguía con el pendiente de Hawks, además tuve suerte de que mi madre iría a ver a una amiga vecina, por lo que me quedaría sola en casa.
Contaba con tres horas, más o menos, que es lo que se tardaba cuando la visitaba.
Nos despedimos en la puerta, para luego dirigirme directo hasta mi habitación. Entré con delicadeza de nuevo, pero Hawks ya había despertado, estaba acostado, aún tapado con la manta, mientras leía una revista con mucha curiosidad.
Yo abrí de golpe, viéndolo con ojos furiosos; él solo me sonrió como siempre lo hacía, ya más animado.
—¡Ey, Vanille! Qué vergüenza, me quedé dormido. Tu quirk se siente demasiado bien y no pude evitarlo, debió ser la fatiga por el viaje.
—¿De dónde sacaste eso? —corté, señalando la revista.
Él la cerró y la colocó junto a su cara, mientras imitaba la pose, pasando su mano sobre su cabello, sin levantarse de la cama. Yo me sonrojé, pero quería mantener mi postura de furia.
—Estaba tirada. No quería interrumpir la conversación con tu madre, así que decidí esperarte aquí, para agradecerte tus finas atenciones; esta cobija está muy calentita, sin mencionar que huele mucho a ti —explicó, olfateándola—. ¿Detecto loción corporal de vainilla?
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Tras tus alas. Hawks x Lectora
FanficEsta es una historia centrada en el héroe número dos: Hawks, y la protagonista apodada Vanille, donde iniciarán una relación romántica algo fuera de lo común. ¿Qué pasará con un héroe y una civil con un quirk inútil? ¿Es posible un romance con un h...