13. La graduación

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Al llegar a mi hogar me apresuré a encender mi computadora y revisar la cámara digital. Por suerte se conectó, pero muchas fotos se mostraban como archivos dañados.

Solo algunas fotos se salvaron; por suerte, eran suficientes de Edgeshot como para no llegar con las manos vacías a su agencia.

Keigo me daba ánimo, diciendo que habíamos corrido con suerte por esa ocasión; entonces lo recordé y busqué dos fotos en especial.

Estaba de suerte: la foto de Keigo con Endeavor y la segunda donde salíamos juntos estaban intactas. Suspiré aliviada, mientras él se acercaba a ver el motivo de mi alivio.

—Puedo entender tu preocupación por la foto de Endeavor, pero conmigo puedes tomarte las que quieras, cuando quieras —explicó.

—No, pero esta foto es especial; no quería perderla. Fue tan espontáneo y es... es la primera que nos tomamos —eso último lo dije muy bajo, por lo que Keigo se acercó a mí, para escuchar.

—No entendí eso último.

—No te preocupes.

Ruidos en la cocina nos alertaron, avisándonos que mi mamá estaba en casa. Lo había olvidado por completo. Volteé a ver a Hawks, que me sonrió con calma.

—Tranquila. De todos modos, no puedo quedarme mucho, tengo trabajo que hacer en la Comisión.

—¿Ellos de nuevo? —pregunté con alerta.

Hawks, agradecido con mi reacción, me dio un beso en la frente:

—Estaré bien, son misiones relajadas esta vez. Vanille, ¿cuándo es tu graduación?

—Maldición, lo había olvidado... es en tres días.

—Perfecto. Entiendo que la fiesta es en la noche. Antes de que vayas con tu amiguito, pasaré a verte, ¿de acuerdo? Quiero darte algo —dijo, acercándose a la ventana, para irse.

—¿Algo? —pregunté, viendo su rostro, que me sonreía con disculpa —. Takami Keigo, estás celoso.

—Nah, el chico no me preocupa. Solo quiero verte con vestido —se excusó, riendo al ver mi expresión—. Si las circunstancias hubieran sido diferentes yo mismo te habría llevado, pero ambos sabemos que es complicado...

Yo asentí, exhalando. Hawks simplemente sonrió y se acercó a mí, robándome otro beso rápido, para salir volando de allí lo más veloz que pudo.

Yo lo observé alejarse a la distancia, mientras pensaba en una graduación acompañada del héroe alado; aunque sonara divertido se olía el desastre. Además, es algo que quería compartir con Bakugo, ya que no podríamos vernos como antes, así que mi graduación era una especie de despedida, contando el hecho de sus sentimientos y que yo ya estaba liada en algo similar a una relación con Keigo... o algo por el estilo.

No quería hacerle más daño. Debíamos aclarar las cosas de una vez y continuar con nuestras vidas, por mucho que nos doliera a ambos.

***

Los días siguientes, antes de la fiesta, los dediqué a estar en casa y tener todo listo para ese día. Además, quería estar con mis padres todo lo que pudiera, ya que mi vida independiente empezaría pronto.

Para la fiesta había elegido un lindo vestido cóctel color negro, con detalles rojos a un costado, en forma de flores; zapatos de tacón negros y un peinado con el que me sintiera cómoda.

—¡Querida! ¡Bakugo llegó! —gritó mi madre para avisarme, desde el piso de abajo.

Yo me apresuré, colocando mis aretes y tomando un abrigo, pero antes de que saliera corriendo, un toque en mi ventana me detuvo.

Tras tus alas. Hawks x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora