1r de bachillerato, Clàudia se dirija a clase con algo de prisas volvía a llegar tarde (o eso pensaba). Llamo a la puerta y la abrió, mirando a su alrededor.
Vio que no había nadie solo un... ¿chico? Lo reconoció de inmediato era Darío el chico del curso pasado al cual ella y sus amigas lo llamaban "prodigio" (literalmente es un prodigio en vóley).
Clàudia trataba de buscar a alguna otra persona en clase, fracasando en el intento sólo estaban él y ella.
Confusa y extrañada mira el reloj de su muñeca y ve que eran las 8:10 no las 8:30 como ella pensaba desde un principio.Darío la mira de arriba abajo algo avergonzado, ella se da cuenta de la mirada de él así que le devuelve una sonrisa cálida y amigable.
-Tranquila, no llegas tarde.- le dijo el chico mirándola a los ojos.
-¿Huh? Si si, lo se. Acabo de mirar la hora y son sólo las 8:10.- Ella dijo con una voz cortante y floja.
Darío solo sonríe y desvía la mirada a un lado, Clàudia con la mirada perdida se sienta en una silla del fondo y deja todas sus cosas a su lado.
De repente alguien de un portazo abre la puerta, y aparecen dos figuras muy familiares. Eran David y Júlia, unos de los amigos de Clàudia.
Júlia al ver a Darío en primero fila y a su amiga en la última, estalla en risas mientras que David hace exactamente lo mismo.
-Aayy, no me esperaba encontrarme con esto ya de buena mañana.- dice David entre risas.
-Ni yo la verdad- Dice Júlia mientras camina hacia el asiento que está al lado de su amiga.
Júlia mira a Clàudia riendo, mientras que Clàudia se limita a mirarla. Estaba pasando mucha vergüenza en ese momento.
-¿Que? Ni un hola ni nada.- dice la chica con gafas con voz de tristeza falsa.
Su amiga simplemente hace una seña para que se siente, la morena hace caso y hace lo que exige su amiga.
-Me volvéis a hacer pasar esta vergüenza y no os hablo nunca más- contesta Clàudia con voz seria mientras coge a su amiga del brazo.
-Eh... hombre, que no es pa' tanto. Si apenas hemos dicho cosas, además da gracias que pollu solamente haya dicho eso. Sabes perfectamente que es capaz de decir mil cosa más.- responde mientras retira la mano de ella de su brazo.
De un momento para otro la clase se empieza a llenar de gente. Entre ellos Irene, Yanira Sandra y muchas más.
La profesora llega, todos se ponen en sus sitios y tal, como no tocaba inglés, a primera hora un martes.
-Muy buenas a todos, en el día de hoy vamos a hacer equipos para hacer las exposiciones que os había dicho anteriormente.- esto sorprendió bastante a toda la aula, ya que nadie sabía de qué hablaba esa mujer.
-Tenemos el equipo uno, que está compuesto por: David, Eric, Júlia y Yanira.- Clàudia y Júlia se devolvieron las miradas, los ojos de Júlia brillaban de emoción en cambio Clàudia está preocupada por su grupo.
-En el segundo tenemos: Darío, Iker, Clàudia e Irene- La morena pegó un gran golpe en la mesa de la alegría, los grupos eran perfectos. Cada una iba con su crush.
-¡ME CAGO EN LA LECHE ESTO NO PUEDE ESTAR MEJOR, HOSTIA!- Exclamo Júlia mientras se levantaba para ir con su equipo.
Clàudia estaba en shock no se lo podía creer, iba con Darío e Irene. Aunque tenía mucho miedo de que Irene no viniera, ya que era muy propensa a faltar en clase.
La rubia se levantó y se dirigió con su equipo, se sento al lado de Irene. Ella y su amiga empezaron a hablar del magnífico grupo que tenían y tal.
Hasta que la profe pidió silencio, todos se callaron de golpe. Clàudia miro a la profe no sin antes mirar a Darío y sonreír. Lo que no se esperaba es que él hiciera lo mismo.