El chocolate

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Ya habían pasado dos semanas desde esa quedada, hoy era lunes y a primera hora les espera una larga y aburrida clase de inglés.

Todos irían entrando de forma desordenada, cada uno en el sitio que le daba la gana. La profe no tardaría mucho en llegar así que rápidamente todos se callaron.

-Tch, ¿como te va con el?- le susurra Júlia a su amiga.

-¿Con quien?- le preguntaría la rubia a la morena.

-Con tu padre, no te jode, pues con Darío.- le diría con ironía.

-Ahh... pues bien, supongo que si.- le dice Clàudia dirigiendo su mirada hacia el chico.

-¿Al final sois novios? Como me dijiste eso aún no me ha quedado claro.- le contestaría Júlia mirando al suelo.

-Ni yo lo sé.- le diría la chica mirando a la morena con los ojos perdidos.

-¿Ah, no? Bueno, todo a su tiempo...- la conversación acabaría aquí ya que tenían que seguir con el proyecto de los animales.

Cada uno se fue con su grupo, así que Clàudia se dirigía con Darío el cual estaba solo. Se sentaría en frente de el y le saludaría con la mano.

-¿Eres consciente de que sólo estamos nosotros hoy en el equipo?- le cuestiona Darío a la chica.

-Imposible, Irene me dijo que vendría hoy.- le contesta la chica mirando hacia los lados buscando sin encontrar.

-Pues parece que te ha mentido.- le dice el chico mientras iba sacando el ordenador de la mochila.

Clàudia no se lo podía creer, estaba completamente sola con el chico que le gusta. No le tocó de otra que sentarse a su lado, estaban demasiado cerca así que la rubia optó por separar un poco las mesas.

Acción que no serviría de mucho ya que Darío las volvería a ajuntar.

-Me da toc que estén separadas.- le dice el chico claramente mintiendo, solo quería estar cerca de ella.

-Ah... pues mejor nos quedamos así, como tú quieras.- le contesta la chica mirando el ordenador.

No tenían mucho que hacer, ya que habían acabado el PowerPoint y el guion también estaba acabado, Darío bajo la pantalla y miró fijamente a los ojos de Clàudia.

-Vamos a conocernos mejor.- le dice que el moreno mientras se estiraba un poco.

-¿Huh? Si no hay otra cosa que hacer... pues si.- le contesta la rubia mientras se sentaba de mejor forma.

Entonces comenzaron a conversar de las cosas más básicas y simples para conocer mejor a una persona, como por ejemplo color favorito, comida, hobbies y cosas así.

La hora pasaría rápido y llegaría la hora de mates, así que todos volvieron a sus sitios. Clàudia le explicaría todo lo sucedido a Júlia, la cual estaba súper feliz de que su amiga hable mucho más con el chico que le gusta.

El profe llega y todos se callan, al parecer hoy tocaba problemas los cuales lo hacían grupos para que no se hiciera tan pesado.

-Poneros como queráis, solo quiero que habléis de forma moderada y que los hagáis bien. Si tenéis alguna duda avisarme.- dice el profe antes de sentarse.

El grupito de Clàudia se pondría en mesas de 4 para trabajar mejor, mientras que el grupito de Darío estaría muy cerca de ellos. Empezarían a hacer los problemas que eran muy complicados.

-Jodeeer, que complicado es esto.- se queja Júlia mordiendo el lápiz con fuerza.

-Ya ves, no entiendo nada de nada.- le contesta la rubia mientras miraba la libreta con odio. Sinceramente nadie del grupo sabía como hacerlo.

𝐀𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora