7:00 de la mañana.
La claridad del sol entraría en la habitación entre las cortinas, la pareja estaría plácidamente dormida, pero la tranquilidad desaparece con el sonido del despertador.
Inmediatamente Darío se levanta, quería ser puntual para el tren, en cambio su novia... ella solo quería dormir, al verla allí dormida le da una suave caricia en el hombro intentando despertarla pero no funcionaría.
Así que sin más opciones se acerca un poco más y le da un sutil beso en los labios, haciendo que al menos abriera los ojos, ya una vez despiertos los dos se alistaron y salieron del hotel para llegar a tiempo.
-Daríooo, quiero dormir más, no me quiero ir.- le dice Clàudia con berrinche tirándole del brazo como una niña pequeña.
-Lo se, lo se. Pero los vales ya están comprados no hay vuelta atrás.- el chico intentaba tranquilizarla para que no hiciera tanto berrinche.
-Cuando entremos al vagón ya podrás dormir todo lo que quieras, mientras tanto tienes que ser paciente y aguantar un poco, ¿vale?- Clau solo asentiría con la cabeza para seguidamente apoyarla al hombro de su pareja.
Una vez ya dentro del tren, la rubia no se lo pensó dos veces y se quedó rápidamente dormida, el moreno sin saber que hacer primero se quedaría mirando la ventana como un pasmarote, pero ya cansado de hacer todo el rato los mismo, cogería la cabeza de su novia y la colocaría en su hombro para que no estuviera tan incomoda.
(Imaginaros que es un tren y no un bus, no he encontrado otra foto)
El trayecto se haría largo, Darío ya cansado también, cerraría los ojos por un rato. Cuando los abrió ya estaban a punto de llegar, así que se preparó para despertar a Clàudia.
-Amor, levanta ya casi llegamos.- en un abrir y cerrar de ojos la chica ya estaría despierta, y miraría con entusiasmo a su novio.
-Como me has llamado?!- pregunta emocionada.
-Amor...- sin dudarlo la chica le daría un cariñoso beso en los labios, esto tomaría por sorpresa al moreno así que claramente se sonrojaría.
-Mira que eres tierno!- dice antes de abrazarlo con fuerza.
Después de esa tierna situación bajarían, y seguirían el camino a casa, en el camino fueron hablando sobre el finde maravilloso que habían tenido pasado los dos juntos y demás.
-Una cosa...- habla repentinamente Darío.
-Dime.- dice la rubia.
-Esta tarde puedes quedar? Me gustaría darte algo importante.- la chica se sorprendería por la propuesta, pero no dudaría ni un segundo en aceptarla.
-Vale, pues hoy a las 17:30 estaré en tu portal, te parece?- Clàudia diría que si a todo, estaba emocionada, no sabía lo que le esperaba esta tarde, como ya se había llevado tantas sorpresas no esperaba otra.