Bash se detuvo en seco. No estaba convencido de faltar a la promesa que le había hecho a la luna. Sería la primera vez que la desobedece. Bash deseaba esperar al día de su boda y allí con la bendición de la luna hacerla suya para siempre. Esta vez llevándola con él a la oscuridad.
-Caroline... Amor ...- dice excitado pero consiente que no debía hacer las cosas a la ligera. Debía hacerla entender lo que pasaría si no contaban con la aprobación de la luna.
-¿No me deseas? -se suelta su agarre, da dos pasos atrás para mirarlo a los ojos-. Perdóname, no quise... - baja la mirada mientras una lágrima corre por su mejilla. Bash se sintió morir al ver que se alejó centímetros de él. Sintió un vacío inmenso. Caroline le dio la espalda para marcharse. Se sentía triste y humillada. Lo deseaba al punto de desafiar todo. Lo amaba con unas fuerzas que no conocía. Bash sintió su tristeza y se sintió peor. Ella no podía pensar que él no la quiere, eso no es así, ella es lo más importante que él tiene. No quería perderla, no se lo perdonaría jamás.
-Espera -la detiene tomándola de la cintura-. No quiero qué te vayas.
-No tengo nada que hacer aquí. - la escucha decir ahogada en llanto. Bash suspirar.
-Te deseo, claro que te deseo, más de lo que nadie puede imaginar, pero entiéndeme, eres un regalo de la madre luna. No quiero faltar a nuestra promesa. -dice el rey de los vampiros decidido a convencerla para esperar a la luna de sangre.
-Pero yo te deseo hoy, ahora - Caroline cierra los ojos al sentir su aroma cerca-. No quiero que Ryan tenga la oportunidad de poseerme. Él no lo pensará dos veces con tal de lograr ser mi compañero. -concluye la mujer rendida.
-Lo sé pequeña, lo sé. - la abraza por la espalda. Ella tiene razón, a Ryan no le importa si ella lo consiente o no. Prueba de eso han sido las dos veces que ha tratado de hacerla suya sin exito-. Quiero que ese día sea especial para ambos.
-No me importa si es especial o no, solo quiero sentirte, amarte para toda la eternidad. -Caroline siente las caricias de su vampiro en su piel. Bash olía su dolor pero también su excitación al tenerlo cerca.
-Yo soy él más interesado en sentirte, en hacerte mía, para siempre. Te amo más de lo que te puedes imaginar. -roza su nariz por su cuello. Él debía tener cuidado de no caer en la tentación de probar su sangre. Su aroma lo excita, su piel lo llama como imán. Ella completa era una tentación para él.
-Entonces, hagamos el amor, quiero entregarme a ti. -Caroline se voltea para mirarlo a los ojos, Bash sonríe tranquilo.
-Esta bien, pero preguntemos a la madre luna si esta de acuerdo. -Caroline se tira a sus brazos para besarlo-. ¿Estas segura de tu decisión? Recuerda que después que te reclame no habrá marcha atrás.
-Lo sé, estoy completamente segura. Eres el hombre que escogí para compartir mi vida.
-Vamos a la habitación entonces. Si la luna da su aprobación haremos el ritual allí mismo. -la toma de la mano y sube con ella como o personas normales por las escaleras hasta llegar a su habitación.
Una vez dentro cerró la puerta tras él.
-¿Estás segura? -Caroline asiente repetidas veces. La toma por la cintura para fundirse con ella en un apasionado beso. Caroline respondió con el mismo frenesí. Subió sus manos al cuello del hombre. Cuando separaron sus labios Bash la invitó a seguirlo. Llegaron hasta la puerta que daba al balcón de la habitación.
-Mi luna -Bash se pone de rodillas-. Madre, aquí te presento a mi compañera. Ambos deseamos comprometernos ante ti, prometemos amarnos y cumplir nuestro pacto de estar unidos por y para siempre. -toma la mano de la joven mujer que tiembla como hoja al viento.
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La última hechicera
FantasiCarol Lombrad una hechicera experimentada se casa enamorada de su esposo el rey de los vampiros Bash Cowell. Su felicidad no fue para siempre ya que cierto día Bash tuvo que partir a otra provincia francesa y cuando volvió encontró a su esposa en la...