Capítulo 19

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La gente grita de emoción cuando Carsson encesta otro tiro en el aro y su equipo retrocede para la defensa. Él corre hacia el lado de la cancha en donde yo me encontraba y por tercera vez me apunta para dedicarme aquel tiro. Sonreí y actué como si me emocionara que hiciera eso pero apenas se giró para concentrarse en el partido de nuevo, mi sonrisa desaparece al ser tan difícil de soportar, volviéndose incluso muy pesada.

—¿Qué te pasa, Ellie? Carsson te ha dedicado sus tiros y está interesado en ti, te ha dicho que le gustas ¿No estás feliz? —Jen me mira preocupada y yo me abracé a mí misma.

—Ya... no es lo mismo —murmuré como única respuesta.

La gente vuelve a emocionarse mucho más cuando el partido acaba y el equipo de Carsson es proclamado el ganador. Él corre hasta mí, se sube a las gradas y me besa delante de todo el deportivo.

—Maddie, no puedo seguir ocultando esto que siento por ti... Me gustas tanto y quiero preguntarte, ¿quieres ser mi novia?

Jennifer suelta un chillido de la sorpresa, aunque no sabía si estaba feliz o solamente sorprendida por la repentina propuesta que incluso yo no me la esperaba ahora. Me detuve a pensar en mi respuesta un momento, no podía rechazarlo delante de tanta gente... ¿Qué pensarían de mí? Mi padre siempre me dice que no debo avergonzar a la familia, no puedo manchar nuestro apellido, y un rechazo público a una persona muy popular es algo preocupante... ¿En serio estoy pensando en rechazar al chico que tanto me ha gustado por años? Joder, ni yo entiendo qué me pasa.

De todas formas, tampoco me sentía segura como para decir que sí a su pregunta, así que simplemente lo atraje hasta mí y lo besé. Carsson sonríe sobre mis labios y me atrae más para besarme mejor. La gente a nuestro alrededor grita y vitorea, pero al separarnos y mirar a un lado noté a Aspen allí, saliendo del gimnasio. Aparté la mirada, ignorando el repentino revoltijo en mi estómago y la presión en mi pecho, ¿por qué me sentía culpable?

Carsson es levantado por sus compañeros de equipo, le entregan el trofeo y él lo eleva en lo más alto con una sonrisa de oreja a oreja. Jennifer apoya su mano en mi hombro mientras que yo suspiraba profundo y me alejaba para finalmente salir de aquí, ya no quería estar en este lugar.

—Ellie...

—Tranquila, Jenny. Estoy bien, solo cansada... Mira, tu querido compañero de cama está viniendo hacia ti.

—¿Eh?

De repente Theo corre hasta saltar las gradas y llegar hasta Jen para abrazarla. Se le notaba muy feliz y esa distracción me ayudó a irme del gimnasio sin que ella volviera a detenerme. Llamé a André para que me viniera a buscar finalmente y me mantuve esperándolo en la entrada de la escuela.
Miré al cielo anaranjado por el atardecer, el viento empezaba a soplar siendo cada vez más frío. Recordé entonces una escena similar en el centro comercial, pero a diferencia de esa vez... Aspen no estaba aquí, y la verdad es que yo no esperaba que se apareciera.

—Hey, linda, ¿qué haces aquí? —Carsson se acerca a mí y de pronto suspira por el frío repentino contra su cuerpo—. Joder, así que el otoño será más frío este año.

Él se coloca su abrigo para calentarse mientras yo solo sonreía y acariciaba mis brazos para entrar en calor, no esperaba que hiciera mucho frío, habría traído un abrigo más cálido.

—Mis padres me han llamado, quieren que vaya a casa. Ya llamé a André para que me pase a buscar —mentí a la mitad.

—Oh, ¿no te quedarás a la fiesta por la victoria? Creí que iríamos juntos, ya sabes. El capitán no puede llegar sin su novia.

"Su novia..."

—Lo siento, por cómo lo describieron al parecer es un tema urgente —volví a mentir.

—Pues supongo que ya no hay nada qué hacer... Si tus padres te quieren allí... Okey, nos vemos mañana entonces —Carsson besó mi mejilla rápidamente y se fue de regreso con sus amigos.

Lo vi marcharse, y por alguna razón me sentía un poco decepcionada ¿qué estaba esperando de él? Sacudí la cabeza y volví la mirada al frente cuando André llegó.

—Señorita, ¿qué hace esperando afuera? Se resfriará —André llega hasta mí y me coloca su abrigo sobre los hombros—. Tuvo que haber esperado adentro y yo le avisaba cuando estuviera afuera.

No respondí y solo disfruté de la calidez del abrigo de André, quien me hizo subir al auto enseguida para resguardarme del frío.

—¿Quiere que encienda la calefacción?

—Quizás por un rato —murmuré intentando no hacer notar mis verdaderas emociones que, aunque no sean malas, tampoco eran de lo más cómodas para demostrar. Me sentía muy desganada.

Él así lo hizo y yo suspiré aliviada cuando entré en calor.

—Gracias André... por todo.

—No tiene que agradecer, estoy para cuidarla, no solo para ser su chófer.

Sonreí enternecida al igual que él.
Para ser honesta... muchas veces vi a André más como una figura paterna que mi propio padre. Era amable y cariñoso... siempre estuvo ahí para mi madre y para mí. Además, su esposa también es muy amable, nos suele mandar postres de su pastelería de vez en cuando.

—André... ¿Cómo está Ilda?

—Está muy bien, señorita. Justo ahora está en la pastelería y su madre fue con ella —mencionó.

—¿Podrías llevarme? Hace tiempo que no voy y me gustaría comer uno de sus postres, sabes que me encantan.

—Por supuesto.

André cambia la dirección del auto y me lleva hasta el lugar, era pequeño pero muy bien cuidado y lindo gracias a su esposa. Bajé del auto y André abre la puerta de la pastelería para dejarme pasar primero.

—¡André! —su esposa lo saluda al instante con un beso en los labios tan efusivo y tierno—. Oh, pero miren quién apareció...

—Hola, señora Ilda. Que gusto me da verla.

—Lo mismo digo, cariño. Vaya, has crecido un montón, Ellie.

Ella me abraza con cariño al cual respondí de igual forma antes de acercarme a la mesa en donde estaba mi madre mientras Ilda iba a por mis postres favoritos, la saludé y me senté a su lado.

—Mamá, tengo que decirte algo —mencioné llamando su atención—. Sucede que hoy, en el partido, Carsson me ha pedido ser su novia...

—¿En serio? —asentí— ¿Y estás feliz? No te ves tan emocionada como esperaba que estuvieras. ¿Qué le has dicho?

Me encogí de hombros como respuesta y suspiré profundo.

—No he dicho ni sí ni no, pero todos, incluyendo a Carsson suponen que fue un sí, así que al parecer sí estamos en una relación —respondí—. Como le dije a Jen... ya nada es lo mismo. No... siento nada como para estar emocionada. No lo estoy y ya.

Mamá asiente comprendiendo y me abraza para demostrarme su apoyo, besa mi cabeza y acaricia mi cabello.

—Cariño, no te veas obligada a amar a alguien por quien ya no sientes nada. No es tu obligación mantenerte a su lado si no es lo que quieres de verdad.

—¿Y tú con papá? —pregunté tomándola por sorpresa. Ella suspira pero continúa acariciando mi cabello.

—Yo amo a tu padre... lo nuestro es diferente. Llevamos ya tanto tiempo juntos que no puedo pensar en una vida sin él. Pero tú, cariño, eres joven... aún estás descubriendo quién eres y qué quieres. Debes escuchar a tu corazón pero también razonar con la cabeza, ¿es lo correcto para ti? ¿O es lo correcto para tu padre?

Me quedé en silencio sin saber qué responder pero no hizo falta, pues en ese momento Ilda llegó con mis postres favoritos. Le sonreí y agradecí antes de empezar a comer, ella se quedó a preguntar por mi vida y tuve que decirle una parte de la historia, claramente la tierna y buena parte de ella. Mamá estuvo de acuerdo, pues nuestros problemas no deberían ser de los demás.

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