Narra Aspen
Un tono.
Dos tonos.
Tres tonos..."Hola, soy Madeline Lennor..."
—¡Joder! —maldije desesperado y esperé a que sonara el maldito tono—. Madeline, responde por favor, me preocupas... Llámame ¿quieres? No saber nada de ti me está matando...
Quería decir más, quería expresar todo lo que siento por esta situación de mierda por la que tenemos que pasar... pero no tenía las palabras adecuadas para hacerlo. Suspiré profundo y colgué la llamada, me quedé viendo el número de Maddie en la pantalla, pensando en dejarle la quincuagésima llamada perdida. ¿Por qué no responde? ¿Qué le habrá ocurrido? Siento en lo profundo de mi ser que no ha sido nada bueno.
—¿Sigues intentando llamarla? —Vic entra a la habitación en donde me encontraba de este hospital.
—Es que... me preocupa —suspiré frustrado.
—Lo sé, pero ella... Ya te he dicho lo que pasó —estaba molesta con Maddie y lo sabía, frunce los labios y hace una mueca de molestia.
—Pues no puedo creer que sea verdad —dejé mi celular a un lado—. Y aunque lo fuera... eso no me importa, Madeline sí. Quiero saber cómo está y si es verdad lo que te ha dicho a ti, quiero que ella misma me lo diga a mí. En persona si es posible.
Traté de levantarme pero enseguida el dolor regreso, Vic tuvo que ayudarme a recostar mi cuerpo de nuevo en la camilla o caería al suelo y todo sería mucho peor.
—Aún no puedes moverte. Deja de intentarlo.
—No puedo... —hice otra mueca de dolor—. Debo ir por ella.
—¿Por qué te importa tanto? —suelta como si odiara a Madeline o le frustrara que a mí me siga importando tanto—. Esa chica te mintió, te usó como su asqueroso padre quería para acercarse a nuestro dinero. Nada fue real para ella.
—Vic, tú no tienes idea de lo que dices.
—¿Qué te pasa, Aspen? ¿A caso estás ciego o solo no quieres ver la realidad? —se veía desesperada, me extrañaba tanto esta actitud en mi hermanita.
—Victoria... —agarré su mano con delicadeza—. Si me importa Maddie es porque la amo de verdad y haría cualquier cosa para hacerla feliz... Y sé que ella siente lo mismo por mí.
—¿Eres idiota? Ella no te...
—Vic... ella ha demostrado ser mejor que su padre y mejor que cualquier otra persona, no te enfades por mí sin conocer la realidad tras la mentira que te hizo creer.
—¿Cómo sabes que es una mentira? —sus ojos se cristalizaron, esto la abrumaba más de lo que le gustaría demostrar, a ella también le agrada Maddie, es obvio.
—Porque la conozco muy bien.
Vic niega con la cabeza aun queriendo negarse a creerme, es tan terca que me sorprende a veces. Decide irse con la excusa de que nuestra madre le ha mandado un mensaje. Cuando me deja a solas yo volví a agarrar mi celular y probar de nuevo en llamar a Madeline, pero sucedió lo mismo... hasta que de un momento al otro, ya ni siquiera he podido hacerle llamadas. Revisé nuestro chat y aparecía como bloqueado... de todos lados en realidad.
Algo estaba mal, estoy seguro de que ella nunca haría algo como esto. Debió de ser su padre, estoy seguro. Madeline Lennor es incapaz de hacer algo como lo que dijo Victoria, porque sé que esa no podría ser mi Madeline.
Debo mejorar rápido para ir con ella, debo hacerlo y evitar a toda costa ir al servicio militar, porque una vez dentro ya no habrá escapatoria por mucho que lo intentara. ¿Qué haré? Mis abuelos tienen a muchas personas vigilándome desde adentro y afuera, en este país y en todo el continente. ¡Joder! A veces odio ser nieto e hijo de personas tan inmensamente trillonarias.
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MÁSCARAS
Storie d'amoreMadeline Lennor es a la que todos llaman "una chica perfecta" hija de padres multimillonarios, una vida llena de lujos, apariencia perfecta, en síntesis, una vida perfecta. ¿Pero será eso suficiente para todos? Ella cree que no. No es nada perfecta...