—Nada mal —Aspen me observa mientras yo no dejaba de mirarme en el espejo— ¿Cómo te sientes, princesa?
—Como... si mañana fuera mi funeral —sonreí y me di media vuelta emocionada—... y no me importa.
La sonrisa de Aspen se vuelve más tierna mientras yo volvía a mirarme por el espejo y observar también las perforaciones que me hice en la oreja.
—Duele pero es soportable —mencioné.
—Aspen tiene experiencia en cuidados de estos tipos, puedes preguntarle a él o me escribes a mí —Britt me entrega una tarjeta—. Me encantará responderte.
—Gracias, Britt —expresé con gratitud por su buen cuidado. Era verdaderamente amable.
—No es nada, fue un placer conocerte, Madeline.
—Igualmente.
Aspen y yo salimos del lugar para volver al auto, aunque ya fuera para llevarme a mi casa, estaba nerviosa, más con cada vez que nos acercábamos. Aspen parece notar mis nervios pues de repente sujetó mi mano y la dejó sobre mi regazo.
—¿Te arrepientes? —vuelve a preguntar pero con más profundidad en su voz.
—Tengo miedo... —admití antes de suspirar—. Pero no. No me arrepiento.
Aspen, sin mirarme, sonríe y lleva mi mano hasta sus labios para besar el dorso de esta. Me sonrojé enseguida y aparté la mirada para que no se notara, pero al hacerlo, me di cuenta de que ya habíamos llegado cuando reconocí el barrio y Aspen estacionó frente a mi casa.
—Bueno, ha llegado la princesa a su humilde morada —sonríe Aspen.
—Gracias por traerme y por lo demás.
—Cuando quieras, Maddie. Nos vemos mañana.
Asentí a la vez que me bajaba del auto. Me despedí de Aspen una vez más y fui hasta la entrada de mi casa, pero antes de entrar actué por impulso y usé mi largo cabello para cubrir mi cuello y orejas. Suspiré profundo para darme ánimos y entré, saludé a los que estaban por allí en mi camino hasta mi habitación, pero la puerta de la habitación de mis padres se abre y sale mi madre.
—Hola, cariño —ella se me acerca y me abraza— ¿Qué tal tu día?
—Bien... —sonreí nerviosa—. Mamá... ¿qué es algo que yo hiciera que pueda molestarte?
—Supongo que... si robas, matas o mientas en algo importante. Eso es en lo que puedo pensar. ¿Por qué?
Suspiré y aparté mi cabello para mostrarle el tatuaje y las perforaciones. Ella se ve sorprendida pero entonces mira para ambos lados antes de levantar su camisa y mostrarme un tatuaje en su costado, uno más grande.
—Mamá... —solté sorprendida pero sin ocultar la sonrisa en mi rostro.
—Por supuesto que no me molesta que tengas esas cosas, y me alegra que me lo hayas dicho ahora que parece reciente —sonríe—. Es un lindo diseño.
—Gracias... me gusta el tuyo, ¿qué significa?
—Pues el dragón es la fortaleza y protección, mientras que el sol y luna mezclados... eres tú.
—¿Eh? —ella acaricia mi cabello para acomodarlo y cubrir de nuevo mis nuevas inversiones.
—Eres mi sol y mi luna, hija. Tan bella y radiante como ambas lo son y a la que voy a proteger con mi vida si es necesario. Incluso si debo protegerte de tu padre.
Sentí algo oprimir mi pecho enseguida, rápidamente abracé a mamá quien de inmediato me corresponde y besa mi cabeza con ternura.
—Solo... evita mostrárselo a tu padre cuando yo no esté. Por si acaso.
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MÁSCARAS
RomanceMadeline Lennor es a la que todos llaman "una chica perfecta" hija de padres multimillonarios, una vida llena de lujos, apariencia perfecta, en síntesis, una vida perfecta. ¿Pero será eso suficiente para todos? Ella cree que no. No es nada perfecta...