𝐀𝐂𝐓𝐒 ┃ ❝Mi vida se divide en actos, y de todos esos, el nuestro es el que más aprecio❞
La vida de un pequeño niño, Park Sunghoon, da un giro cuando su madre obsesionada con la inmortalidad lo usa para salvarse a ella misma. Su vida ya no será la...
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Estaba muy nervioso, demasiado. No había cantidad suficiente para expresar cómo se encontraba.
— Sunghoon, deja de temblar — mandó Jaehyun viendo su mano temblar sobre su rodilla.
— No puedo — musitó.
— Sí puedes, pero no quieres.
— Quiero, pero no puedo. Le juro que quiero estar normal, pero los pensamiento de las mil cosas que pueden salir mal me atormentan — habló rápidamente.
— Wow, más lento, chico — aprovechó el semáforo rojo para voltear a verlo —. Repasemos las posibles preguntas que te hagan.
— Bien.
— ¿Con quién vives?
— Con mi papá. Mi madre se divorció y mi papá se quedó con la custodia.
— ¿De dónde vienes?
— De Daegu.
— ¿Y el acento?
— Lo perdí cuando me mudé hace tres meses.
— ¿Cómo se llama tu papá?
— Park Jaehyun.
— Eso es correcto — suspiró entre dientes.
— ¿Está seguro que quiere usar mi apellido para que nadie sepa? Puedo yo cambiar el mío.
— No, dijiste que te gusta tu apellido. No te obligaré a usar el mío. Además, Jeong Sunghoon no suena tan bien. A mí me gusta llevar Park.
— No lo sé...
— Tranquilo, ya tengo todo planeado. Tengo un acta de nacimiento, tengo mis documentos con Park, tengo tus exámenes de vista, vacunas, tengo todo. Tú concéntrate en hacer amigos, estudiar y divertirte — le dijo para que estuviera tranquilo.
— Eso debió costar.
— ¿Cómo? — se sorprendió por la afirmación de Sunghoon.
— Todo cuesta dinero, y esos documentos son ilegales, y lo ilegal cuesta más de lo normal. Y has hecho más de cinco documentos falsos — contestó mirando por la ventana.
Jaehyun suspiró.
— No debí darte Matemáticas Financieras, ni enseñarte películas sobre ilegalidades.
— Espero que podamos reponer ese dinero — vio que llegaron a la tal esperada escuela.
— Que pueda reponer, tú no tienes que hacer nada — corrigió.
— Jaehyun, quiero ayudarte con el dinero del hogar — se quejó con él.
— Sunghoon, ¿recuerdas lo que dijimos de una familia? — se volteó a mirarlo.
