𝐀𝐂𝐓𝐒 ┃ ❝Mi vida se divide en actos, y de todos esos, el nuestro es el que más aprecio❞
La vida de un pequeño niño, Park Sunghoon, da un giro cuando su madre obsesionada con la inmortalidad lo usa para salvarse a ella misma. Su vida ya no será la...
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Segundo día de escuela.
El día anterior no volvió a toparse con la chica. Tal vez fue coincidencia que tuviera muchas ganas de leer y se haya escondido en la biblioteca con Jake hasta la siguiente hora de clase. Ella no se presentó en el salón, cosa que agradeció Sunghoon. No dejó de pensar en su voz, o su rostro en ningún momento. Verla en sueños era tan espiritual, pero en persona, era otra cosa.
No le dijo a Jaehyun de su encuentro y fue a dormir como otro día luego de hacer deberes.
Él y sus amigos estaban caminando hacia su salón, hablando y riendo, como de costumbre. Sunghoon iba escuchando y riendo cada tanto, pero al ver a la chica innombrable entrar a su salón, toda diversión se fue. Intentó ignorarla y caminar hasta su asiento, cruzando por otro lado lejos de ella.
— ¡Sunghoon! — escuchó la voz de Jake gritar su nombre. Maldijo en su mente, porque no quería llamar su atención o la de otro ser, pero se arruinó su plan — ¡Ven a ver el video del gato que encontró Jungwon! — agitó su mano para apurarlo.
Sunghoon se apuró a ir con sus amigos. Jungwon había dicho que encontró un gato negro muy adorable, pero no podía llevárselo porque tenía dueño. Logró grabarlo unos segundos. Juraba que era el gato más adorable que había visto en sus años de vida, los cuales eran muchos.
Sunghoon daba zancadas para llegar a sus amigos, sintiendo una mirada pegada a su espalda.
Vio el video, y Jungwon tenía razón. Pero antes de poder comentar algo sobre el gato, el timbre sonó y el maestro llegó -para sorpresa de Sunghoon- temprano. La clase empezó, siendo él uno de los más atentos, y Jay sabía algunas cosas. No era como si sus amigos no fueran responsables y estudiosos, por algo estaban ahí. Pero Sunghoon los hacía ver menos, cuando ellos también se esforzaban a su manera.
Mientras Sunghoon hacía tarea, Jake aprovechaba segundos para dormir ya que no lo hacía mucho. Jungwon era discreto, siempre tenía buenas notas y era responsable. Heeseung estaba callado y prestando atención, pero siempre estaba muy cansado como para participar, su debilidad. Sunoo normalmente dejaba tareas para última hora, pero mantenía un promedio aceptable.
Sunghoon había pedido permiso para ir al baño en un cambio de hora, y cuando regresó a su escritorio, se asombró de ver un papel en su cuaderno. Se sentó y lo abrió tranquilamente, pero al leer el contenido, su corazón se paralizó.
''Ya sé tu nombre, Sunghoon. Ve a la biblioteca en receso, y más te vale ir, o sino te buscaré yo. Tenemos que hablar.
Por cierto, soy la chica que, por alguna razón, salvarás.''
Cerró el papel y lo guardó en su bolsillo. Miró hacia el frente, encontrándose con la mirada de aquella chica. No sabía por qué le daba miedo, pero daba miedo. Se veía tan firme en hablar con él y descubrir la causa de sus sueños. No podría explicarle, y por eso la evitaba.
