TODO FUE POR UN ENGAÑO (TAELICE)

Cap 8

—Bien, cuéntame todo pequeña —Le dijo Kim a Lalisa, cuando ya estuvieron en la biblioteca y él la hizo sentar a su lado sobre un chaise longe.

—Sigue sangrando, Taehyung... de veras tienen que atenderlo. —Pidió Lisa para escapar de su pregunta, además de que seguía muy preocupada.

Taehyung suspiró ante su táctica de evasión, luego preguntó con dolor.

—Hyun-joo te golpeaba ¿cierto?

Lalisa se levantó con rapidez y sonrió nerviosa.

—Kim no exagere, mi padre tiene un carácter difícil pero no es para tanto.

—¿Entonces porque tienes terror a que te deje sola y él venga por ti?

—Bueno es que... él... bueno él, no sé lo que pueda hacer —contestó Lalisa sin ocurrírsele más nada que decir, entonces agregó— Taehyung quiero desayunar. No he comido nada hoy.

—Temes a lo que pueda hacerte porque te golpea. —Insistió Taehyung, mirándola analíticamente y sin prestarle atención a lo segundo que había dicho.

—No es lo que se imagina, Kim —le aseguró Lalisa y dijo otra tontería que no tenía ni pies ni cabeza— a lo que temo, es que me lleve y no me deje salir por un tiempo. A mí me gusta salir. No me gusta estar encerrada.

Taehyung no le creyó y exigente le amenazó.

—Dime la verdad, Lalisa o voy y se la pregunto a tu padre.

—Ay, ya Taehyung ¡ya! —Explotó ella levantándose, entonces lo miró y entre lágrimas confesó— si me golpea... pero créame, no todo el tiempo... solo cuando me he portado mal.

Taehyung cerró los ojos lentamente y se quedó mudo.

No supo cómo se controló para no tirar alguna de las cerámicas que tenía en la mesita de centro frente al chaise longe, por lo que le acababa de confirmar ella.

Entonces hubo un rato de silencio, hasta que él con la voz quebrada le susurró.

—No debió golpearte nunca... tu eres tan frágil... tan delicada... pudo haberte fracturado.

Ella sintió que se le caía la cara de vergüenza al ver su compasión, entonces para restarle importancia y hacerse la fuerte dijo.

—Ay Taehyung tranquilo, mi padre me tenía que corregirme. Siempre he sido una niña terca que no sigue las aburridas reglas de la sociedad.

A Kim se le formó un nudo en la garganta al ver su intento de hacer notar que no era para tanto.

Por Dios, ninguna mujer merecía ser lastimada, menos ella.

Solo de imaginar las escenas de terror que a ella le habían tocado vivir, le provocó querer Matar.

—¿Desde cuándo te pega? —Le preguntó él ahora con lentitud, queriendo saber cuándo había empezado este tormento.

—Ay no sé. —Contestó Lalisa poco cooperadora. No contándole la verdad. ¿Para qué iba decírselo? Para que contarle del terror que ella y su madre habían pasado desde que tenía uso de razón, cuando Hyun-joo estaba de mal humor.

El recordar a su madre, por poco la hizo querer correr.

¿Qué tal si su padre la estaba golpeando porque ella se había escapado de la casa?

Ay no... ¿Por qué era tan impulsiva? ¿Por qué no pensó bien las cosas?

No, su madre sabría cómo sobrellevarlo.

«Su progenitora sabía mejor que ella hacerlo», se dijo tratando de tranquilizar la arritmia que le había sobrevenido del pánico.

Taehyung se sintió desfallecer al deducir la verdad que ella no le contaba. Desde siempre. Su silencio se lo había dicho todo.