—Por alguna razón escuché nuestros nombres por aquí ¿Todo está bien?
No, nada estaba bien, ni siquiera porque era Nayeon la que había hablado. ¿Debía salir corriendo? o tal vez ¿Debía terminar con todo, besar a Mina sin importar nada y decirle mi verdad? No, por supuesto que no haría eso último.
El destino se compadeció de mí y Changbin apareció por la puerta, no cuestioné nada, solo agarré mi mochila, dije un "las veo luego" sin mirar a nadie en específico y me fuí como si realmente hubiera deseado irme con aquel chico.
No debía ir de la mano con el hermano de la chica a quien amaba, no debía aparentar que lo estaba escuchando, no debía tener una tonta sonrisa forzada en mi rostro, no debía abrazarlo para evitar besarlo, simplemente no debía estar junto a él pero era justamente lo que estaba haciendo.
Siendo sincera, deseaba dejar de ser una idiota, todo lo que estaba haciendo era incorrecto, un error tras error, lo sabía pero me daba tanto miedo hacer las cosas bien porque estaba convencida de que el resultado sería aún peor, tan doloroso que no podría soportarlo.
Intenté escapar antes de que sonara el timbre, era una pésima idea no prestar atención a quién podía estar en el camino.
—Auch
—Perdón perdón de verdad lo-lo siento es que yo-yo
—Hey, está bien jajaja, deja de disculparte y ayúdame con esto ¿si?
Ví los libros repartidos y con culpa me agaché y le ayudé. Debía dejar de ser tan torpe si no quería hacer tropezar a cualquier persona que se cruzara conmigo.
—Realmente lo lamento
—Tranquila, no hay problema. A veces es inevitable no quedarse aquí...— llevó su dedo índice a su sien mientras que había una gran y brillante sonrisa en su rostro, no muchas personas reaccionaban tan bien ante una situación como esta — Por cierto ¿a qué grado vas?
—Segundo
—Oh, genial, entonces no va a ser en vano decirte mi nombre. Soy Jihyo, Park Jihyo, creo que seremos compañeras en alguna clase
—Ah, eres nueva, un gusto soy...
—Son Chaeyoung
Mi sonrisa desapareció en ese mismo instante, no por mi nueva compañera, no porque me desagradaba escuchar a Mina, de hecho era todo lo contrario, su voz suave perfectamente podría ser como una droga para mí, pero ahora me causaba más nerviosismo de lo normal.
—Maldición
Cerré los ojos esperando mi fin, pero de pronto las cosas se ponían un poco mejor.
—¡Hola! Disculpa, si la buscas a ella, ahora no está disponible, es muy amable porque me ayudará a integrarme. Soy nueva y ya sabes, estoy bien perdida
—¿Nueva?
—Sí, Park Jihyo
—Myoui Mina, un gusto. Imagino que si Chaeyoung te ayudará es porque vienes a segundo, así que tal vez también te puedo ayudar si quieres
La chica de ojos grandes lo intentó pero no lo logró, supuse que no podía ser tan malo si estaba ella ahí, solo no me tenía que separar de la desconocida y las cosas no se saldrían de control. El timbre sonó, me limité a fingir que no sabía que compartía la clase con Mina, en realidad teníamos el mismo horario y escapar de ella era muy difícil, bueno, tampoco es como si quisiera hacerlo, solo no quería enfrentar la conversación que debíamos tener en algún momento.
Luego de un largo día escapando creí que lo había logrado definitivamente. Jihyo era muy agradable y amistosa, no tuvo problemas para relacionarse con mis amigas y lamentablemente tampoco con las de Mina y era lamentable porque ese hecho nos juntó un poco a ambos grupos.
La clase de educación física terminó, seguían las prácticas de los equipos, me gustaba apoyar a Tzuyu con las porristas pero esa tarde dí una excusa barata para irme antes. Me bañé con tranquilidad, me cambié y caminé con lentitud hasta llegar a mi casillero para guardar unas cosas.
Estaba realmente cansada, solo quería dormir pero la flojera se esfumó en el momento en que cerré la puerta del casillero. Apoyada en el frío metal, Myoui Mina lucía más que perfecta con el cabello suelto, el uniforme de las porristas y una expresión seria en su rostro.
Quedé sin aliento ante su majestuosa presencia, no obstante, mi única reacción fué correr en dirección opuesta. No debí ni siquiera intentarlo porque en solo segundos agarró mi mochila y comenzó a arrastrarme por el pasillo hasta la sala de clases más cercana.
La puerta se cerró y sentí que el aire me faltaba otra vez.
—Tú y yo vamos a hablar
Está bien, era mi fin, tenía que enfrentarlo, tal vez no sería tan terrible. Me dí la vuelta y maldición, ella no podía ser más preciosa; normalmente no podía articular palabras con normalidad frente a ningúna faceta de Mina, pero Mina porrista era demasiado para mi pobre corazón.
Ok, ella quería hablar y yo necesitaba dejar de ser tan idiota y sobre todo dejar de detallar sus facciones. No. No podía. Mi cordura se fué al carajo, me acerqué y simplemente busqué una excusa para no tener que hablar.
Su respiración se aceleró y mis ojos no dejaban de observar sus hermosos labios rosados. Necesitaba calmar mi anhelo de ella así que no pude evitarlo, no pude evitar que mis manos terminaran en su cintura, no pude evitar atraerla hacia mí y mucho menos pude evitar que mis labios terminaran otra vez sobre los suyos.
Si ella quería hablar sobre lo que pasaba ¿por qué no se daba cuenta que moría por ella? solo por esto, no era como si yo anduviera repartiendo besos por el mundo, a menos que existieran un montón de Minas, pero solo había una Myoui Mina en el mundo y amaba que fuera tan única y especial, sin embargo, odiaba no tener el valor de hablar de mis sentimientos en voz alta, odiaba sentir que ella no era mía, porque en realidad no lo era... Nunca lo sería.
Esta vez sus manos fueron a mis mejillas y no solo disfruté de un contacto estático, no solo pude sentir la calidez y suavidad de sus labios, un movimiento embriagante se hizo presente y luego como si hubiéramos olvidado todo o nada importara, el momento tan íntimo que estábamos compartiendo se volvió intenso y su lengua se abrió paso en mi boca para juntarse con la mía.
Por un momento sentí que me desmayaba porque mi estabilidad se estaba viendo afectada debido a mis piernas temblorosas. Exactamente no estaba nerviosa pero no podía creer que la sensación de un beso pudiera ser tan mágica.
Maldije todo queriendo tener un botón de autodestrucción de mi teléfono en mi mente para activarlo en ese momento porque me estaba trayendo a la realidad. El ringtone predeterminado comenzó a sonar de forma constante y aunque yo decidí ignorarlo Mina se separó de mí.
No pensé que terminaría por enloquecer al abrir los ojos, el chocolate en su iris estaba más oscuro de lo normal haciendo el contraste perfecto con el brillo particular que poseían sus ojos, sus mejillas se habían teñido de carmesí y sus labios entreabiertos se veían de un rosado aún más intenso, era demasiado, necesitaba besarla otra vez y comprobar que no era un sueño.
Lo intenté, me acerqué a ella una vez más pero mis labios solo pudieron rozar los suyos ya que mi teléfono volvió a sonar. No me importaba quien fuera, no podía hacer nada más que mirarla y ante el desesperante sonido y mi ensoñación ella se acercó un poco, metió su mano en el bolsillo de mi chaqueta, agarró mi celular y me lo ofreció.
Solo fué necesario ver el nombre en la pantalla para volver a detestar al mundo.
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Almas Gemelas - Michaeng
Fanfiction"y aún cuando quedaba constantemente atrapada en un infinito mar chocolate no me dí cuenta a tiempo... Debí saber que aquel suceso era el primer indicio de que había encontrado a mi otra mitad..." Dos almas fundiéndose para convertirse en una, almas...