Tras descubrir que Jisung estaba siendo buscado por ladrones por pedido de su padre, decidió contratar un guardia personal, le pagaba bien, así que se mantenía leal y respetuoso hacia el jóven Omega.
Dormía en el granero de día y vigilaba de noche, era un Alfa apuesto, no estaba muy cuidado, pero tenía un buen cuerpo y un rostro llamativo, además era alto y su mirada era intimidante. Perfecta para espantar a los Alfas y a los ladrones.
―¡Niki! ¡Niki Hyung!―El precioso chico llegó a su lado apresurado y con una gran sonrisa, el nombrado volteó a verlo curioso.―Ya está la cena, gracias por haber cazado ese cerdo, de veras
―No debes agradecer―Sonrió y palmeó su cabeza. Han se sonrojó y río bajito.
―Ven a almorzar...―Se acomodó su cabello y se adentró a la cabaña.
Niki respiró profundo y lo siguió, se sentó frente a él.
Hyunjin no le tenía permitido ingresar en la cabaña a menos que sea una emergencia, pero ahí estaba.
Comenzó a comer, y sus ojos se abrieron sorprendido al probar tan deliciosa comida.
―¿Eras cocinero o algo similar?―Lo miró mientras le daba un mordisco a la carne.
―¿Uh? No, solo he cocinado con mi madre cuando era pequeño, y como ahora debo depender de mi en cuanto al alimento, tuve que aprender por mi mismo, y por consejos de mujeres en la aldea―Sonrió.
―Esta exquisito―Sonrió.
Jisung sonrió tímido.
El almuerzo no fue silencioso, el Omega se dedicó a contarle su experiencia en el castillo y como de un día para él otro el Príncipe se fijó en él, y que ahora prácticamente estaban unidos para toda la eternidad gracias a la mordida en su cuello.
Niki no creía en las almas gemelas, pero le tomó por sorpresa que un Príncipe tan prestigioso y adorado por todas las princesas, se fuese a fijar en un esclavo tan jóven como Jisung. Pero de cierto modo lo entendía, el chico tenía una belleza exorbitante, irradia inocencia y dulzura en su mirada, y ya había notado que tenía una figura digna de envidia por otros Omegas.
―Y entonces, él me fijo que me quedara a comer con él el pastel―Sus mejillas estaban encendidas al recordarlo.
―Todo lo que me cuentas es digno de una escritura en un libro, me sería todo un orgullo que me dejaras escribirte en mis notas para ideas, pues, soy escritor y poeta―Su mano fue a su pecho con aires de grandeza. Los ojos de Han brillaron sorprendidos.
―¿Escritor? ¡Woah! ¿Y qué hace cuidándome cuándo podría estar creando un nuevo libro?
―Necesito dinero―Rió avergonzado.―Es muy difícil tener fama en esta temporada, ya sabes, las enfermedades hacen que las personas se concentren más en vivir que leer―Se rascó su nuca.
―Uh...Si...Escuché que anda una peste...―Hizo una mueca.
―Sin embargo, cuando vas a dormir, me siento afuera a escribir―Sonrió.
―¿Afuera? ¿Con él frío...? Creí que estaba en el granero...
―Ah...Mi deber es cuidarte, soy tu guardia, no puedo permitirme que algo te suceda, así que debo quedarme afuera y en caso de oír algo, debo prepararme para defenderte y defender la cabaña
―Uh...¿Por qué no se queda adentro? ¡Aquí en la sala! Podría escribir sin dificultades y cuidarme al mismo tiempo―Sonrió.
De solo escucharlo, un escalofrío recorrió su columna vertebral.
El Príncipe llegaba a cualquier hora, no tenía ni un día ni un horario específico, a veces coincidía dos días seguidos o dos semanas seguidas el mismo horario, pero otra veces apareció en la madrugada.
Si llegaba a encontrarlo adentro, no dudaría en decapitarlo, nadie se podía acercar a su Omega.
―No, no, descuida, me gusta estar afuera, me da paz―Se excusó para que no insista, Han hizo un puchero pero no dijo nada más.
Al terminar de almorzar, Niki se retiró y se fue a su granero, mientras Jisung cerró con seguro y se fue a su cuarto para dormir un poco.
Se aburría la mayoría del día, había leído varios libros, hasta jugó al ajedrez con Niki por varios días de lluvia, pero ya no tenía ni una idea de con qué entretenerse.
Suspiró y cerró sus ojos.
Extrañaba a Hyunjin, lo quería en su cama, y abrazarlo toda la noche.
Había transcurrido un mes desde la presencia de ese tal Jeongin, y Hyunjin tan solo había ido cinco veces a visitarle. La última vez que lo vió fue hace seis días.
Hizo un puchero y abrazó su muñeco de trapo, era un perro, uno sucio y gastado, pero era su favorito en aquella cabaña.
Se terminó durmiendo a los minutos.
•🥀°
―Bebé...―Sintió una caricia en su mejilla.―Buenas noches, mi amado...Despierta―Susurró y dejó un beso en sus labios.
Lentamente sus ojos se abrieron, y se encontró con una oscuridad total, al sentir unos toques en su mejilla y una presencia cerca suyo, entró en pánico y se preparó para gritar, pero rápidamente su boca fue cubierta.
―Jisung, descuida, soy Hyunjin, Niki ya me vió entrar―Dijo en un tono tranquilo, logrando que todo rastro de temor en el menor se esfumara.
Quitó su mano.
―Oh... Hyunjin...―Rió bajito.―Me asustaste―Llevó su mano a la silueta que lograba divisar y tocó su cabello.
―Te extrañé, mi amado―Sintió sus labios sobre los suyos y no pudo evitar suspirar gustoso.
―Y yo a usted...Lo extraño muchísimo...
―¿Cuándo es tu celo?―Se acercó a su cuello y frotó su mejilla.
Jisung comenzaba a sospechar que probablemente era infertil, ya que el Príncipe lo había anudado quizás unas tres veces, accidentalmente, y seguía sin quedar en cinta.
―Uh...En unos días, si no mal recuerdo―Murmuró.―¿Quieres pasarlo conmigo...?
―Si―Besó su cuello.―Echaré a Niki esos días...
―Niki me cuida muy bien...
―Me dijiste―Sus besos se tornaron húmedos.
―Anoche cazó un cerdo y lo comimos hoy...
―Estupendo, pero sabes que solo debes ir a comprar―Trazó sus brazos.
―Si...Pero no iba a hacer que hubiese matado al cerdo sin sentido...
―Hay una peste rondando, no es correcto que tu mismo cocines animales, debes limpiarlos bien antes―Lo sujetó por la cintura. Jisung guardó silencio.
―Tendré más cuidado...
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The Prince ✙《 HyunSung 》
Fanfiction¿Un esclavo Omega y un príncipe Alfa? Eso era inaceptable, pero nadie podía juzgarlos si nadie se enteraba. Hyunjin Top / Alfa. Jisung Bottom / Omega. Omegaverse. Contenido +18 y delicado. Esclavismo, maltrato, abuso, tortura, sangre.