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Advertencia +18, consensuado.

Suaves caricias, toques majestuosos, besos cargados de ilusión y cariño. Jisung se sentía protegido bajo él.

En cuatro, con el Príncipe arriba suyo, petenetrándole lentamente, abriendo cada vez más su virgen entrada, sintiéndose fallecer cada vez que se enterraba completamente en su interior.

A pesar del ambiente tenso y cargado de feromonas, y sabiendo que Hyunjin comenzaba a entrar en celo, aquel sentimiento de corfort y los besos en su cuello no se detenían. El Alfa lograba convertir el sexo en algo romántico, de alguna forma.

Eso lo hacía sentir feliz y amado, aunque supiera perfectamente que nunca tendría su corazón.

Gimió alto cuando comenzó a moverse rápido y brusco, lo sintió separarse de su espalda, lo sujetó del cuello y le obligó a enterrar su rostro en la cama.

—A partir de esta noche me perteneces—Comenzó a hablar, le tomó de la cintura.—Tu alma y vida están entre mis manos...No puedes ni tienes permitido gustar o entregarte a otra persona, solo a mí, eres mío, solo mío—Se acercó a su cuello y rozó su sensible piel con sus colmillos, Han soltó un gemido tembloroso y cerró sus ojos.

Debía ser sincero, no le molestaba en lo absoluto ser el juguete del Príncipe, no es como si no fuera un esclavo de la realeza de por sí, ser solo de Hyunjin no seria un gran cambio en su vida, pero le sorprendió oírlo.

¿Lo estaba proclamando o simplemente le dejaba en claro que solo podía abrirle las piernas a él?

El Alfa soltó su cuello y comenzó a embestirle sin cuidado, duro y necesitado. En ese instante el Omega supo que el Príncipe ya no estaba, había entrado en celo y que aquel cariño y paciencia que le estaba dando ya no estarían.

Gimió fuerte y se aferró a las mantas, su cuerpo se sacudió y luego tembló, lo sentía entrar y salir tan fuerte que se sentía romper, no tardó en comenzar a lagrimear.

Era demasiado, pero no lo detenía, no quería hacerlo, quería sentirlo, quería que le doliera, quería sentir algo.

Aunque ese algo no fuera realmente placer. Pero necesitaba tanto sentirse humano, con vida, sentir que alguien lo veía atractivo.

Cerró sus ojos, las lágrimas continuaron mojando las mantas, fué sujetado de sus muñecas y tironeado hasta lograr que quedara sentado sobre la cama. Fué tomado por los hombros, las embestidas no cesaron, se volvieron más fuertes, sintió al Alfa lamer su cuello y luego dejar besos húmedos.

—Mi Omega, solo mío—Murmuró el Alfa simulando una mordida.—Nadie te tocará...Nadie—Fue sujetado por la mandíbula para ser sostenido con firmeza.

"¿Sería marcado?"

Sonrió con dificultad y le mostró su cuello dispuesto a ser tomado.

Eso lo convertiría en el Omega del Príncipe, sería algo maravilloso, pero solo para él, porque si alguien le hacía algo, el Alfa no dudaría en matar, el lazo lograría activar su instinto más salvaje y protector. Pero sabía las consecuencias de ser marcado, de ser el Omega del Príncipe.

Cuando Hyunjin notó su sumisión, gruñó fuerte en placer y clavó sus colmillos profundo en su cuello.

El grito del menor fue realmente desgarrador, se removió adolorido.

Se sorprendió cuando el Alfa lo abrazó protectoramente sin separarse de su cuello.

Se quedó quieto, aguantando el ardor, y pasado unos segundos lo sintió separarse.

—Ahh...—Lamió la marca hasta que dejó de sangrar.

—Alfa...Mi señor...—De inmediato le prestó atención.—A-Ahora soy suyo...—Lo miró de costado con una débil sonrisa. El mayor frunció su ceño y volvió a mirar el lazo.

—Si...—Sonrió poco a poco, lo hizo acostarse lentamente, hasta que solo su cadera estuvo respingada, gimió ronco y volvió a moverse, buscando su orgasmo.

Han solo se dejó, separó sus piernas y levantó su trasero hacia el príncipe, cerró sus ojos y se dedicó a gemir y jadear. Después de todo, ya había sido marcado, preñado no sería algo impresionante.

Comenzó a sentir la hombría del Alfa más grande, se cubrió su boca y agrandó sus ojos.

—Ahh...Ya casi—Se inclinó y se recostó sobre el menor, pasó un brazo por pecho, su mano libre recorrió su espalda hasta llegar a su nuca, comenzó a dejar caricias en su cabello.

—¡A-Ahhh...!

—Respira...Voy a anudarte...—Jadeó y pasó su lengua por su cuello lentamente.

El pequeño Omega respiró profundo y se preparó mentalmente para lo que vendría, asintió y cerró sus ojos.

El Alfa comenzó a embestir nuevamente, sus movimientos se tornaron más salvajes y frenéticos, no podía ocultar el placer, soltaba gruñidos y gemidos, apretaba y le daba tirones a su cabello.

De repente gimió fuerte y se corrió dentro del menor, quien soltó un grito al comenzar a sentir como el miembro se hinchaba en lo profundo de su interior y prácticamente no podía salir ni separarse.

—A-Ahh...—Abrió sus ojos y pequeñas lágrimas cayeron trazando su piel hasta caer en las mantas.

—Mhm...~—Se inclinó a su cuello y dejó besos.—¿Estás bien?—Le hizo que le mirara y frunció su ceño al verlo llorar.

—E-Es muy grande...Duele...—Susurró tímido y débil.

—Si...Lo sé...Eres virgen y te anudé...Lo siento...No estuve pensando con claridad...—Suspiró desviando su mirada.

—¿La...La marca también fue sin pensar...?—Hwang volvió a mirarlo ahora sorprendido.

—¿Qué te hace pensar que fue sin pensar?—Sonrió divertido y se inclinó a su cuello y besó la marca. Han gimió encantado.

—¿No fue gracias al celo...?

—Mhm...No—Comenzó a succionar su piel para dejar un chupetón justo en la marca de sus colmillos.

—¡Mgh...~!—Sonrió y se cubrió el rostro avergonzado y emocionado.

"¿Significaba que el Alfa si lo quería como su Omega? ¿No le interesa que sea un Esclavo y él un Príncipe?. Pensó ilusionado.

No se arrepentía de haberle llevado el pastel aquel día, gracias a esa impulsiva decisión, ahora le pertenecía al Príncipe Hwang Hyunjin, un Alfa respetuoso, atento, inteligente, y dispuesto a cuidarle.

Sabía perfectamente que no era como los demás, como su familia, era él único con humanidad y buenos modales en el castillo y probablemente en todo el pueblo.

 The Prince ✙《 HyunSung 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora