🍁 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑿𝑽𝑰/𝒍𝒐𝒄𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒂𝒎𝒐𝒓 +¹⁸🍁

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Dicen que las personas que aseguran estar cuerdas son las más dementes, pero que sucede cuando el demente, acepta que está al borde de la locura.

Aron

Preocupado por la acción de Karina, se quedó parado frente a la puerta de su oficina, y llamo a alguien que realmente no era su mejor amigo, pero se tranquilizó al saber que Larry se encargaría, a veces el enemigo es mejor aliado que un amigo.

Acaricio las comisuras de sus labios, y se pasó la mano por el cabello peinando hacia atrás, paso suavemente sus dedos por la herida causada con el cuchillo y suspiro, esperando no encontrarse con Emma hoy.

Pero después de todo hay que ser fan de la ironía, ya que justo cuando entro la puerta se cerró sola detrás de él, y escucho una leve risita... Y luego dicen que porque las personas pierden tan rápido la esperanza... Sin duda alguna era ella...

— lindura de mi corazón, ¿Cómo te asienta esta linda mañana? – su tono burlesco, su pregunta obvia, todo lo hacía saber, que lo que había pasado la noche anterior, no había terminado – que sucede Aron, ¿no vas a saludarme?

— ¿debería hacerlo? – pregunto Aron intentando parecer calmado, pero su voz tenía ese timbre que lo delataba.

— mon cheri, no espere toda la mañana en tu oficina para nada, además, ni siquiera volteas a verme – su tono repentinamente cambio a uno triste y decepcionado.

Aron suspiro y giro lentamente mientras se acariciaba la frente y se encontró con una Emma en una lencería roja que cubría muy poco de su piel pálida, inmediatamente subió la mirada a los ojos azules de la chica, y sabía que lo llamarían loco, pero parecía como si esos ojos se rieran de él.

Se quitó su abrigo y se lo tiro para luego volverse a dar la vuelta y caminar hacia su asiento, se sentó y cruzo sus piernas, pudo ver como ella lo miraba confundida.

— Cúbrete, pareces una maldita prostituta – intento parecer lo más frío posible, pero debía admitir que tenía un buen cuerpo y ni olvidar lo buena que es en el sexo.

Vio como la chica sin problema, desecho el abrigo y camino hacia él, como si fuera toda una modelo, sus caderas se movían de un lado a otro, y para Aron no seguirlas con sus ojos era casi imposible, hasta que sintió la fría mano de Emma en su mentón que lo obligaba a mirarlo a los ojos.

— mi cara no está allí abajo – su tono parecía calmado, esto le causo algo de miedo a Aron.

— te agradecería si te retiras.

— por qué le guardas pleitesías a ella, sabiendo que si no es con su guardaespaldas es con su querido doctor, y sabes, pongo en gran duda que ese Gabriel sí sea homosexual.

— porque la amo.

— el mismo amor sentía Rose DeWitt por Jack Dawson, y estoy segura de que ella no sobrevivió de amor, porque eso no iba a detener el hundimiento del Titanic, se aferró más fácil a la vida, que al amor de su vida.

— no somos personajes de una novela.

— tienes razón, porque si fuéramos personajes de una novela, moriríamos como romeo y Julieta – hizo una pequeña pausa para caminar al otro lado del escritorio y sentarse en sus piernas para proseguir mientras aflojaba su corbata – ella no moriría por ti, pero yo haría algo mejor... yo te mataría.

— ¿q-que tiene eso de mejor? – pregunto nervioso al sentir como quitaba su corbata.

— ¿para ti? Nada... ¿Para mí? Muchos beneficios.

— deja de jugar con la corbata joder – dijo retirando la mano de la chica de su corbata, esto le estaba dando mala espina – dime de una vez que quieres.

Amnesia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora