🍁𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑰𝑽/ 𝒎𝒊 𝒖𝒏𝒊𝒄𝒂 𝒐𝒑𝒄𝒊𝒐𝒏🍁

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La vida es un enigma, un enigma en el que, cuando finalmente sientes que encuentras la respuesta, más se complica

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La vida es un enigma, un enigma en el que, cuando finalmente sientes que encuentras la respuesta, más se complica.


Karina

Podía sentir cómo sus ojos se cerraban, ya no soportaban estar abiertos, su cuerpo sentía un gran peso que le impedía actuar, no sabía en qué realidad estaba o si todo era real. No podía distinguir entre lo que era real y lo que no, todo parecía difuminarse a su alrededor. Intentó recordar cómo había llegado a ese punto, pero su mente estaba nublada y confusa. Solo podía dejarse llevar por la sensación de agotamiento que lo invadía, sumergiéndose cada vez más en la oscuridad que lo rodeaba.

En sus oídos resonaba un eco, el eco de las palabras que pronunciaba Lira, pero no podía entenderlas, ya las palabras entraban por sus oídos, pero no era capaz de asimilarlas y entender lo que la contraria decía.

Se alejó de Lira y tomó el pañuelo, asegurándose de mantenerlo en su nariz. Salió de la cafetería algo mareada y, para su sorpresa, al cruzar la puerta se encontró con Larry apoyado en el auto justo al frente del café. En ese momento, su nariz comenzó a sangrar más intensamente, como si el estrés que le generaba la situación aumentara al verlo. Se obligó a presionar su nariz con el pañuelo con más fuerza y a respirar con dificultad por la boca, mientras cerraba los ojos por un momento e intentaba calmarse. 

Salió corriendo sin rumbo fijo, su cabeza daba vueltas, sus manos temblaban y su cuerpo se movía solo. En un instante, decidió mirar atrás, pero el destino le jugó una mala pasada al tropezar y caer de espaldas al suelo.

Se levantó sin importarle su nariz sangrando, su cuerpo magullado o incluso el pañuelo con su sangre en el suelo, solo quería huir de aquellas personas que al levantarse pudo ver, Larry y Lira corrían hacia ella... Pero ella solo quería estar lejos de ellos.

Comenzó a correr de nuevo. A lo lejos vio un taxi y en ese momento vio su oportunidad, se colocó en la mitad de la autopista para detenerlo sin importar que este podría no frenar a tiempo.

Por fortuna, el taxi se detuvo a pocos centímetros de ella, lo que la hizo contener la respiración por un momento, pero los gritos de Larry pidiendo que se detuviera la hicieron exhalar.

Se subió al auto y simplemente se dirigió al último lugar que le quedaba por opción para descubrir qué estaba sucediendo. Ese lugar era la empresa, una empresa que no conocía, pero sabía que de alguna manera era dueña de ella.

Durante el viaje, miraba constantemente hacia atrás de manera nerviosa para asegurarse de que el auto de Larry no la seguía. Al llegar, se bajó rápidamente olvidándose de pagar. Para su sorpresa, un empleado de la empresa que estaba en la puerta pagó el taxi sin siquiera preguntar.

Se quedó mirando al empleado, algo confundida, pero finalmente dejó eso de lado y entró al edificio. Había cosas más importantes de las cuales ocuparse.

Amnesia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora