Siempre recalcamos lo injusta que es la vida, pero nunca pensamos en que es lo que realizamos como para que la vida se comporte de esta manera con nosotros.
Aquellas lagunas en su mente yacían haciendo presente algo tan predecible como de que su existencia acabaría, que sin darse cuenta podía simplemente desaparecer sin haber entendido el significado de su existencia, de su ser.
Pero una vez más abrió los ojos, un fuerte respiro de vitalidad salió de Karina, lo que se denominaría más fuerte que nunca, pero, nadie es lo suficientemente fuerte para enfrentar lo que le tienen preparado, de eso se dio cuenta cuando sus ojos que andaban vagos por toda la habitación se dieron cuenta de que estaba en un hospital.
Quiso levantarse, pero su cuerpo pesaba, su cabeza dolía y tenía la sensación de que había sido pinchada constantemente en los brazos.
Aun así, otra persona en aquella habitación noto que Karina estaba despierta, y envolvió rápidamente su cuerpo mientras la ayudaba a sentar y acomodaba su almohada para qué pudiera recostarse sin problemas.
Por un momento titubeó un poco en reconocer el dueño de esos brazos cálidos y acompañados de sollozos, su calidez parecía reconocerla al igual que su aroma, pero aún no captaba con firmeza quién era hasta que aquellos brazos se apartaron dejando ver aquellas esferas azules a través de los cristales de unos lentes y una suave sonrisa, su piel pálida que parecía camuflarse con la bata blanca de doctor, y sus manos temblorosas que eran puestas lentamente en los hombros de la mujer.
— Todo está bien ahora, mi ángel de alas negras.
Los ojos de Karina se entornaron en los de Dominic buscando una explicación a sus palabras y a esa manera tan delicada de como era tratada, aun así no hubo mucho tiempo antes de que el hombre volviera a tomarla en sus brazos.
— No creí que lograras despertar, pero ya estás bien, gracias a Dios, ya después de seis meses estás bien – la voz de Dominic salía en un hilo por el esfuerzo que hacía para que no sonara como si fuese a llorar.
— Está bien, tranquilo – fue lo único que salió de los labios resecos de Karina mientras sus brazos daban algunas palmadas en la espalda de Dominic sin saber qué hacer.
¿Qué está sucediendo?, ¿Cómo que seis meses? ¿Por qué este cariño tan repentino? ¿Dónde estoy? ¿Me habrán vuelto a aplicar el medicamento?
Su confusión era evidente, y más aún evidente era su repulsión hacia Dominic, algo que para el no paso de largo, así que se alejó lentamente para mirarla a los ojos con una pequeña sonrisa tranquila dibujada en su rostro.
Parecía más humano de lo normal, eso ponía a Karina con los pelos de punta y aún más alerta con la expectativa de que en cualquier momento sacaría su real esencia, pero no hizo más que revisarla, hacerle preguntas básicas, como donde le dolía o que sentía acción que completo cuando le dio un vaso de agua al notar su garganta seca.
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Amnesia (Editando)
Acción🍁𝑷𝑹𝑰𝑴𝑬𝑹 𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶🍁 ¿𝒂𝒍𝒈𝒖𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒛 𝒉𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒓?, 𝑷𝒖𝒆𝒔 𝒆𝒔𝒐 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒔𝒐 𝒆𝒍𝒍𝒂, 𝒚 𝒆𝒏 𝒔𝒖 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒂𝒓 𝒄𝒂𝒍𝒍𝒐 𝒆𝒏 𝒖𝒏 𝒂𝒃𝒊𝒔𝒎𝒐, 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒊𝒛𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒖 𝒅...