Mientras Soomin estaba absorta en la música y la apariencia desaliñada pero encantadora de Taehyung, él parecía igualmente emocionado de compartirla con alguien que apreciaba su arte. La habitación estaba llena de bocetos, pinturas y obras de arte en diversas etapas de desarrollo, lo que mostraba la dedicación y la pasión que Taehyung tenía por su afición.
— Bueno, yo me voy —sonrió la madre de Taehyung mientras dirigía una cálida mirada a ambos jóvenes—. Pasa, pasa, no te quedes ahí, niña —le dijo a Soomin con amabilidad, instándola a entrar en la habitación de su hijo. Luego, con una sonrisa cómplice, cerró la puerta, no sin antes lanzarle un guiño a su pequeño.
La madre de Taehyung dejó a los dos jóvenes en la habitación, totalmente encantada de ver a su hijo compartiendo su espacio con una amiga tan especial. La puerta cerrada les proporcionó privacidad, y Soomin y Taehyung quedaron solos en la habitación, la atmósfera cargada de emoción y anticipación por lo que vendría a continuación. Taehyung se acomodó en su silla frente a su pintura, nervioso pero emocionado por compartir sus creaciones con Soomin. Miró hacia las obras de arte que adornaban las paredes y las mesas, tratando de elegir cuál mostrar primero.
Soomin, observando con atención se acercó a él, notó la tensión en su amigo y decidió romper el hielo con tono animado y una sonrisa. — Tae, estoy emocionada de ver tus obras. ¿Cuál es tu pieza favorita aquí?
Taehyung se relajó un poco al escuchar su pregunta y señaló una pintura en la que había trabajado durante mucho tiempo, esta estaba sobre el cabezal de la cama— Esta, en realidad. La pinté el verano pasado. Me llevó seis semanas o veintiún dias, aun así creo que cada pincelada significaba algo para mí. Al menos eso me explicó mamá. Quería capturar la tranquilidad del atardecer en la playa. ¿Qué te parece, Jung Soomin?"
Soomin se ladeo la cabeza para observar de forma más detallada la obra y se sintió cautivada por la belleza de los colores y las pinceladas sonriéndole en grande al castaño. —Es hermosa, Tae. Puedo sentir la paz que intentas transmitir. ¿Qué te inspiró para crear esto, uh?
Mentira, Soomin no sentía nada pero ver a Tae en confianza la ponía feliz.
Taehyung esbozó una sonrisa agradecida mientras miraba a Soomin. Sus palabras lo hicieron sentirse como si ella siguiera intentando ser más cercana a él, como si hubiera abierto una puerta hacia su mundo interior y no dudaría en entrar.
— Bueno, s-soy autista, ya sabes, y a veces siento las emociones de manera muy intensa. Los colores y las formas me ayudan a expresar lo que siento en mi interior —explicó Taehyung con una voz suave, ronca y sincera mirando el cuadro. — La playa es mi lugar especial, donde puedo relajarme y ser yo mismo. Quise compartir esa sensación de paz con los demás a través de esta pintura pero me gusta más tenerla en mi habitación.
Soomin asintió con comprensión, su admiración por Taehyung creciendo con cada palabra que él compartía. — Yo creo que es increíble cómo puedes transmitir tus emociones a través del arte, tienes mucho talento.
El corazón de Taehyung se llenó de gratitud y calidez, una sensación de aceptación que raramente experimentaba. — Gracias, Soomin. Significa mucho para mí que lo aprecies—dijo con gratitud, notando el sonrojo en sus mejillas.
e-eres la segunda persona que lo ve a parte de mi
Soomin respondió con una risa ligera y, con delicadeza, tocó el hombro de Taehyung, dándole un leve apretón. Ese gesto, que Taehyung sabía que era un signo de afecto, comenzaba a gustarle más de lo que se había permitido admitir. — Créeme, tienes un talento especial, Tae. La gran Soomin sabe reconocerlo. Yo apenas y sé dibujar con palitos.
Taehyung asintió, procesando su comentario. Su mente autista buscaba la lógica en las palabras. — No puedes dibujar palitos, puedes dibujar líneas.
Soomin rió suavemente, apreciando la sinceridad y la honestidad de Taehyung. — Tae, no es literal.
Taehyung frunció el ceño por un momento, luego se relajó con una sonrisa de entendimiento.
— Oh.
¿Por qué su sonrisa le parecía tan bonita?
La música de fondo, que aún sonaba suavemente, añadía un toque de romanticismo al aire, como si estuvieran en su propia burbuja de complicidad y entendimiento mutuo. Era un momento especial, uno en el que sus diferencias se disolvían, y la autenticidad de su conexión brillaba.
Fue en ese momento que Soomin decidió observar detenidamente a Taehyung. Notó lo increíblemente guapo que era, con sus ojos brillantes que parecían iluminarse mientras hablaba apasionadamente sobre su arte. Su atención se centraba en explicar cada detalle: cómo pintaba, mezclaba colores, experimentaba con texturas y, de alguna manera, transmitía una conexión emocional con su obra.
Soomin se encontró cautivada por la pasión que Taehyung ponía en sus explicaciones. La forma en que hablaba de su arte era hermosa, y cada palabra parecía emerger de su corazón.
Sin embargo, mientras Soomin disfrutaba de la conversación, de repente notó que su corazón latía con una intensidad inusual. Era como si estuviera en presencia de Jungkook, su novio, de quien estaba profundamente enamorada. La sensación la sorprendió y la hizo sentir un poco desconcertada.
Se preguntó a sí misma, casi asustada, si Taehyung estaba comenzando a gustarle. Era un pensamiento inesperado que la tomó por sorpresa y que la dejó con sentimientos encontrados. Mientras seguían compartiendo sus pensamientos y experiencias, Soomin se dio cuenta de que esta visita a la casa de Taehyung podría tener consecuencias inesperadas en su corazón y su vida.
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Autismo || KTH || En curso
FanfictionLo diferente es bueno, nadie es igual a nadie. Todos tenemos un factor "eso" que nos hace distintos y especiales a nuestra manera. No importa lo que los demás digan de ti. Lo importante es lo que creés de ti mismo. - Soy diferente -reprochó. -¿Y eso...