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El capítulo más largo del ff, porque estamos a dos de finalizar. ¡Disfruten!

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Soomin salió del restaurante de sus abuelos con una sonrisa en los labios, su corazón palpitando con una mezcla de nervios y emoción. Había estado esperando este momento todo el día. Después de tantos días difíciles, finalmente vería a Taehyung en su lugar favorito: el estanque con los patos. Había pasado la última semana reflexionando sobre muchas cosas, especialmente sobre su relación con Jungkook y lo que realmente sentía por Taehyung. Ahora, todo se sentía más claro, más genuino.

Mientras cruzaba la calle para dirigirse hacia el parque, su teléfono vibró en su bolsillo. Era una llamada de Jihyo, su mejor amiga. Soomin, siempre contenta de escucharla, contestó con entusiasmo.

— ¡Jihyo! —saludó alegremente—. ¡Justo iba a encontrame con Tae! Me moría por contarte que... —No pudo terminar la frase porque el tono de la voz de su amiga al otro lado de la línea la interrumpió.

— Soomin, ¡tenemos un problema! —Jihyo sonaba alterada, casi sin aliento, lo que de inmediato encendió una alarma en Soomin. El corazón de Soomin se aceleró, la preocupación reemplazando rápidamente la emoción que sentía.

— ¿Qué pasa? —preguntó, su tono ahora más serio.

Jihyo tomó aire antes de continuar—. Fui a tu casa para buscarte e invitarte a comer algo, pero cuando llegué, Hoseok salió para decirme que no estabas. Me dijo que habías salido a trabajar al restaurante un rato y que luego ibas a ir al parque con Tae...

Soomin asintió para sí misma, ya que lo que decía su amiga tenía sentido. No entendía aún por qué Jihyo estaba tan alarmada.

— Sí, eso es cierto. Justo ahora estoy saliendo para ir al parque. ¿Por qué suenas tan preocupada? —preguntó Soomin, ya empezando a sentir que algo no estaba bien.

Jihyo guardó silencio por un segundo, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras. Luego, habló con más urgencia—. Cuando Hoseok me estaba diciendo eso, noté algo raro. Jungkook estaba en su jardín, justo al lado de tu casa, y... escuchó todo.

El estómago de Soomin se revolvió al instante al escuchar el nombre de Jungkook. Sabía que su ruptura reciente lo había dejado resentido y furioso, pero no había esperado que él pudiera aparecer de repente en este contexto.

— Espera, ¿Jungkook escuchó que iría al parque con Tae? —preguntó Soomin, su voz ahora cargada de tensión.

— Sí. Lo vi. Estaba justo ahí, en su jardín, cuando Hoseok me contaba tus planes. Y justo después de que Hoseok entró de nuevo a la casa, Jungkook salió directo hacia su auto. Lo vi irse a toda velocidad, Soomin —respondió Jihyo, su tono preocupado—. Intenté seguirlo con la mirada, pero lo perdí de vista. ¡No sé adónde fue! Pero tengo el mal presentimiento de que fue a buscar a Tae.

El corazón de Soomin latía con fuerza ahora, una sensación de alarma recorriendo todo su cuerpo. Jungkook había sido cada vez más agresivo desde la ruptura, y si estaba tan enfadado como parecía, sabía que podría hacer algo irracional. La imagen de Jungkook encontrándose con Taehyung, posiblemente diciendo o haciendo algo terrible, la dejó paralizada por un segundo.

— ¡No, no puede ser! —murmuró Soomin, su mente yendo a mil por hora. No podía permitirse quedarse quieta.

Jihyo, escuchando la angustia en la voz de su amiga, intentó calmarla, aunque su propio nerviosismo era evidente—. Soomin, tienes que ir al parque lo más rápido posible. No sé qué está planeando Jungkook, pero temo que no sea nada bueno. Sabes que está furioso, y no quiero ni pensar lo que pueda pasar si se enfrenta a Tae en ese estado.

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