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El tiempo desde que Soomin había dejado de aparecer regularmente en su vida había descolocado a Taehyung. Para él, la rutina lo era todo. Saber que Soomin solía pasar por su casa o que la veía en el restaurante de sus abuelos era un pilar que le daba estabilidad. Pero en los últimos días, esa rutina se había roto, y aunque no entendía del todo por qué, sabía que algo dentro de él se sentía... mal.

Había hablado con su madre varias veces sobre lo que estaba sintiendo. Ella, siempre paciente y cariñosa, le había sugerido que lo que sentía por Soomin podía ser algo más que amistad. Pero Taehyung no entendía del todo a qué se refería. La posibilidad de que esos sentimientos fueran "amor" lo confundía. Después de todo, para él, Soomin era especial, pero ¿cómo saber si eso era amor?

Una tarde, mientras estaba sentado en su sala, su madre le hizo una sugerencia nueva.

— Tae, ¿por qué no vemos un K-drama juntos? es divertido —le dijo con una sonrisa, mientras encendía la televisión.

Taehyung, sin muchas expectativas, se sentó junto a ella. El drama que comenzaron a ver estaba lleno de momentos románticos torpes, gestos tiernos y malentendidos inocentes. Cada vez que los personajes se sonrojaban, reían o se miraban intensamente, Taehyung fruncía el ceño, tratando de procesar lo que veía. ¿Era eso lo que se suponía que debía sentir con Soomin?

— Entonces, mamá, cuando el chico se siente feliz porque la chica sonríe o se ríe, ¿eso es "amor"? —preguntó, su tono lleno de curiosidad genuina.

Su madre lo miró con ternura y rió suavemente.

— Puede ser. A veces, el amor se manifiesta en pequeñas cosas como eso. Cuando alguien te importa mucho, su felicidad se vuelve importante para ti, y solo escuchar su risa puede hacerte sentir bien. ¿Eso es lo que sientes cuando estás con Soomin?

Taehyung se quedó pensativo un momento. Recordó todas las veces que había escuchado reír a Soomin, especialmente cuando ella hacía esos comentarios divertidos o cuando simplemente estaban juntos, y él decía algo que ella encontraba gracioso. Había una sensación cálida en su pecho en esos momentos, una sensación que él no sabía cómo describir. Tal vez, como decía su madre, eso era lo que otros llamaban "amor".

Antes de que pudiera responder, el sonido de su teléfono interrumpió sus pensamientos. Miró la pantalla y vio el nombre de Soomin. Su corazón latió un poco más rápido, pero no sabía por qué. Con un movimiento torpe, deslizó el dedo para contestar.

— Hola, Soomin —dijo con suavidad, aún procesando la conversación con su madre.

— Hola, Tae —respondió la voz de Soomin al otro lado de la línea, pero había algo diferente en su tono. Sonaba... triste.

Taehyung frunció el ceño. Algo no estaba bien.

— ¿Estás bien? —preguntó con cautela. Aunque no siempre entendía las emociones de los demás, podía reconocer cuando Soomin no estaba en su estado habitual.

— Um, he estado un poco ocupada últimamente, y no he pasado tanto tiempo contigo como solía. Lo siento mucho por desaparecer así, la gran Soomin también falla a veces —dijo ella, su voz temblando ligeramente.

Tae no sabía qué decir al principio. No entendía por qué alguien necesitaría disculparse por algo así. La vida de Soomin siempre había sido diferente de la suya, con el trabajo en el restaurante y otras cosas que ella hacía. Pero la tristeza en su voz lo inquietaba.

— No tienes que disculparte. Estaba ocupado también... investigando cosas —respondió Tae con sinceridad, recordando su pequeña aventura de investigación sobre el amor y los sentimientos.

Autismo || KTH || En cursoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora