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¿Que piensa Taehyung?

Días más tarde, Taehyung y Soomin habían establecido una rutina que, aunque al principio había aceptado a regañadientes, ahora esperaba ansiosamente porque le permitía pasar más tiempo con ella. La rutina estaba meticulosamente planeada y llevaba una especie de orden y estructura a sus días.

Cada mañana, a partir de las 7 en punto, Taehyung se sumía en su trabajo creativo, sumergiéndose en su arte hasta las 11 de la mañana. A esa hora, hacían una pausa para el almuerzo durante una hora, un tiempo que disfrutaban juntos luego de que Soomin salía del trabajo y preparaba algo especial. Taehyung no solo se abría a compartir su creatividad, sino también a compartir comidas y momentos especiales con Soomin.

A la 1 de la tarde, tenía su tiempo dedicado a la higiene personal, tomando una ducha que lo ayudaba a refrescarse y recargar energías para la tarde. Luego, de 1:30 a 3 de la tarde, se dedicaba a leer fragmentos de los libros infantiles que su madre había escrito. Esta era una parte especial de su rutina, ya que le recordaba el cariño y la creatividad de su madre.

A las 3:30 de la tarde, Taehyung se ocupaba de una de sus tareas favoritas: regar el jardín trasero. Entre las flores, destacaban las hermosas rosas blancas que le gustaban, y cuidar de ellas se había convertido en una especie de ritual terapéutico. Claro que en su día también se abarcaba que todo el dia se podían escribir mensajes.

Sin embargo, la emoción del día llegaba a las 4 de la tarde en punto. Desde ese momento hasta las 7 de la noche, se reservaba exclusivamente para lo que habían denominado "tiempo de Taehyung y Soomin". Eran horas de conexión y diversión, donde compartían conversaciones, actividades o simplemente disfrutaban de la compañía mutua alimentando patos en el parque. Cada día, este período de tiempo fortalecía su amistad y, quizás, algo más profundo que ninguno de los dos se atrevía a admitir todavía. La rutina había traído estructura a la vida de Taehyung y, al mismo tiempo, le había abierto un mundo de emociones y posibilidades que estaban explorando juntos.

Taehyung se encontraba en medio de una encrucijada emocional que, a pesar de su conocimiento limitado sobre el tema, le parecía similar a lo que su madre le había explicado sobre el enamoramiento. Sus sentimientos hacia Soomin eran intensos y complicados, lo cual era inusual para él. A menudo se encontraba pensando en ella, su risa, su sonrisa y la forma en que trataba de hacerle ver que era especial, que ser diferente estaba bien.

Tenía una apariencia encantadora y carismática que atraía la atención de todos a su alrededor. Era bajita, con su cabello, que caía en suaves ondas de un tono oscuro y sedoso que complementaba su rostro delicado. Sus grandes ojos marrones brillaban con un brillo cautivador, y su sonrisa era contagiosa, su carácter amigable y extrovertido la hacía brillar aún más, era una joven carismática y hermosa definitivamente.

Pero Taehyung no entendía del todo estas emociones. Se sentí frustrado como cuando tenía un rompecabezas sin terminar, donde algunas piezas encajaban de manera confusa. A veces, su corazón latía más rápido cuando estaba con ella, pero a la vez se sentía nervioso e inseguro sobre cómo expresar lo que sentía.

Su madre solía decirle que el enamoramiento era un sentimiento hermoso que te hacía sentir feliz y emocionado, pero también podía ser confuso y aterrador. Taehyung estaba experimentando estas emociones de una manera muy pura y sincera, sin las complejidades que a menudo acompañan a las relaciones. No estaba seguro de cómo debería actuar o qué significaban realmente estos sentimientos.

A pesar de su condición autista, Taehyung quería comprender lo que estaba sintiendo. Buscaba pistas en los momentos compartidos con Soomin, en la música que disfrutaban juntos y en los gestos afectuosos que compartían. Se preguntaba si eso era lo que su madre llamaba "enamorarse", pero le costaba trabajo definirlo o expresarlo de la manera en que lo haría alguien sin su condición.

La situación de Taehyung se volvía aún más complicada cuando consideraba la presencia de Jeon Jungkook, el novio de Soomin. Su madre le había dicho que podía enamorarse de cualquier persona, pero Taehyung se sentía atrapado en una maraña de emociones y dilemas morales. ¿Era correcto tener estos sentimientos por Soomin cuando ella tenía un novio?

El consejo de su madre sobre el amor y el enamoramiento le había dado cierta libertad, pero ahora se daba cuenta de que el mundo real era más complicado de lo que había imaginado. Se sentía dividido entre su deseo de pasar tiempo con Soomin, que le hacía sentirse feliz y emocionado, y su respeto por la relación de ella con Jungkook.

Taehyung se debatía en un dilema emocional cada vez más profundo. Por un lado, sentía la fuerte necesidad de ser un buen amigo para Soomin y apoyar su relación con Jungkook. Quería respetar sus sentimientos y su noviazgo. Pero, por otro lado, no podía evitar sentir una conexión especial y profunda con ella. Anhelaba pasar tiempo a su lado, explorar su mundo único y compartir esos momentos especiales juntos.

La confusión en su interior lo llevaba a preguntarse por qué su corazón latía más rápido cuando pensaba en Soomin, y por qué sentía esa chispa de emoción cuando estaban juntos. 

Además, había empezado a notar que algo no estaba del todo bien entre él y Jungkook. El incidente en la cena había dejado una sensación incómoda en su corazón, y no entendía del todo por qué. Si bien quería aceptar a Jungkook por Soomin, había algo en el pelinegro que no le agradaba del todo. Esta complicada situación solo añadía más presión a su ya complejo mundo emocional.

Taehyung estaba decidido a ser un buen amigo y a apoyar a Soomin, pero también sabía que debía enfrentar sus propios sentimientos y navegar por las relaciones y emociones de una manera que aún no comprendía del todo. 

Ahhh, Jung Soomin.

Para Taehyung, Soomin era como uno de esos patitos del parque que tanto le gustaban. Cuando los veía, no podía evitar sonreír y pensar en lo bonitos que eran. Así veía a Soomin en su vida, como su propio patito especial. La simple presencia de ella iluminaba su día, y cada momento compartido parecía añadir más color y alegría a su mundo.

Aunque no entendía completamente sus emociones, sabía que Soomin tenía un lugar especial en su corazón. Ella era como un rayo de sol en su vida, y aunque no sabía cómo expresar lo que sentía, apreciaba profundamente su amistad y la conexión única que compartían. Como un patito en el parque, Soomin era una parte hermosa y especial de su mundo.

Taehyung se encontraba en medio de un viaje emocional que lo llevaba a descubrir emociones que nunca creyó que podría experimentar debido a su condición autista. Estaba luchando por comprender estos sentimientos complejos y nuevos que habían entrado en su vida, y esperaba sinceramente que Jung Soomin estuviera allí para ayudarlo a entenderlos.

Aunque su mundo único a menudo lo desafiaba y frustraba, Taehyung aceptó que Soomin era una persona especial que lo quería y aceptaba tal como era. Esperaba que, con su amistad y apoyo, pudiera encontrar respuestas a sus preguntas sobre el amor y las relaciones. Con Soomin a su lado, confiaba en que podría aprender a navegar por este nuevo territorio emocional y encontrar la felicidad y el entendimiento que anhelaba.

Su camino hacia la comprensión de sus propios sentimientos y la gestión de sus emociones continuaba siendo un desafío, pero Taehyung estaba dispuesto a emprender ese viaje con determinación y la esperanza de que Soomin lo acompañara en este camino de autodescubrimiento para llegar a su playa.



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Algo de cómo se siente Tae.

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