⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀El amor es algo fundamental en todas las relaciones, es...como el dinero. Te proporciona una clase de felicidad. En realidad, hace tiempo que no tengo un novio y supongo que no conocer personas de esa manera, es el detonante de mi bloqueo de escritora.
Frustración, desesperanza y temor. Es lo que sentía ahora mismo al tener la pc frente a mí y no tener idea de cómo continuar con este libro.
Identifique mi bloqueo, pero, no tenía muy claro como eliminarlo.
¿Cómo puedo seguir escribiendo sin sentir que todo es cliché?, la mayoría de las escritoras que he leído escriben algo similar. Por instantes siento que estoy plagiando sus ideas cuando en realidad me estoy bloqueando a mí misma.
—¿Sigues con el capítulo 28?
Deje de mirar la pantalla cuando apareció Ney, dejó un jugo a mi lado y se sentó frente a mí, mirándome con una mueca ante mi estado.
—Sí, no sé cómo hacer que la escena fluya sin que parezca forzado, o que haya un cambio brusco de ambiente —explique con cierto cansancio, rascando mi nuca mientras leía el último párrafo escrito en el documento.
—¿Ya escuchaste música?
—De todo género —asentí, tomando el jugo para destaparlo y beber un sorbo—, pero sigo sin tener una idea clara de la conclusión.
—Bien dicen que el final es la parte más difícil de una historia —bufó, mirando a otro lado con indiferencia—. Tómate tu tiempo, no te presiones, la inspiración llega justo cuando menos la esperas.
Cerré la pc, dejando el jugo sobre la mesa con resignación.
—Debo irme a trabajar —se levantó, dedicándome una sonrisa—. Te veo más tarde.
—Ten buen día.
Despedí con media sonrisa, viéndola marcharse. Me animaban un poco sus palabras, pero, no dejaba de sentirme decepcionada. Empecé este libro con toda la motivación del mundo y ahora cuando va por el desenlace me siento perdida.
No sé que destino tendrán mis personajes.
He pasado noches tratando de idear un gran final, no un final cualquiera, uno que sea digno de mis protagonistas.
¡Pero no se me ocurre nada!
Gruñí, recostandome sobre la mesa redonda.
Un año atrás después de que terminamos la universidad, Ney y yo decidimos independizarnos, compartiendo gastos con el departamento y la despensa. Debería dedicarme a la administración de empresas, tal como estudie, pero, opté por seguir mis sueños.
Ser escritora.
He anhelado desde que soy una adolescente ver una de mis historias en un libro físico.
Solo quisiera vivir lo que se siente ver uno de tus libros en los estantes de las librerías, con cientos de ejemplares. Más de una vez fantaseé con eso, mirando los libros exhibidos de otras escritoras a través del cristal.
Escritoras que como yo, publican en la misma plataforma. Es una de las tantas cosas en las que coincidimos.
Lo he hecho desde hace tiempo, hasta mis cortos veintidós años dónde deseo con todo el corazón triunfar algún día.
Me puse de pie cuando vi el reloj, eran las 11 y tenía que ir al trabajo en una tienda de paso.
Trabajo de doce a seis de la tarde que me permite invertir más tiempo en mi propósito. Por las noches me enfoco en promocionar un poco mi libro en redes sociales para así aumentar las visitas.
ESTÁS LEYENDO
Carta de amor con IA. ©
RomanceSeline es una chica cuyo enfoque se encuentra en sus planes de vida que es convertirse en una reconocida y popular escritora de romance. Entre sus sueños y su realidad, hay una delgada línea que vuelven imposible su libro de amor verdadero...y es qu...