Capítulo 17: Cita.

92 14 0
                                    


Me removí en la cama y cerré los ojos con fuerza cuando los rayos de sol fueron intensos, giré en la cama, abriendo los ojos con lentitud y evalúe esa parte de la habitación. No me acostumbro aún a este lugar.

Es la habitación que comparto con Porter.

Desperté al escuchar el eco del celular, me levanté con rapidez, buscando con la mirada mi bolso. Al encontrarlo sobre el sofá me dirigí a el, pero, tuve un mareo por levantarme tan rápido.

Caminé con lentitud al sofá y abrí el bolso para tomar el celular.

—¿Hola?

Seline, soy Ralph.

—Oh, Ralph —recobré compostura y caminé hacia el armario para buscar ropa nueva—, buenos días, ¿cómo estás?

Estoy bien —rio y añadió—: buen día para ti también. Pero, quería avisarte que contacté a Sebastian, te envié mensajes pero no respondiste.

—Lo siento, estuve ocupada después de vernos —tomé una camiseta corta color vino—, ¿tendrás su dirección?

La tengo —pausó vacilante y exhaló—, pero, no creo que sea recomendable que vayas sola.

Sé que puede ser un tipo peligroso, pero, debo averiguar si él fue quién me hizo la broma.

—Estaré bien —afirmé con seguridad, tomando un jean gris claro junto unos botines negros y calcetas nuevas—. Te enviaré mensaje cuando esté con él.

Te acompañaré y esperaré, ¿de acuerdo?

—Bien —accedí, considerando que ir acompañada podría ser buena idea—. Me cambio y te aviso dónde vernos.

De acuerdo, te veo más tarde.

Colgué la llamada y me dirigí a la ducha, volví al armario con rapidez para tomar ropa interior. Al salir de la ducha cepille mi cabello frente al tocador, vi que la cama estaba hecha y todo estaba en su lugar, no vi a Porter ni a Adryen cuando salí de la habitación.

Supongo que deben estar trabajando o algo así.

—Buen día, Bletta —saludé a la mujer quién se sobresaltó un poco—, lo siento.

Sonrió con diversión.

—Buen día, Seline —secó sus manos con un pañuelo—, los señores me informaron que volveran pronto, salieron a comprar un par de cosas —explicó con serenidad—, ¿gusta desayunar en lo que espera?

—De hecho debo irme —sonreí con pena—, tengo algo que hacer.

—Pero y los señor...

—Les escribiré, no te preocupes —me acerque a la barra para tomar una manzana roja, la elevé a modo de despedida—. Te veo después, cuídate.

Salí de la cocina, dando una mordida a la manzana.

—¡Igualmente, tenga cuidado!

Reí ante el grito de Bletta, es tan dulce.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
[...]
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

—Déjame ver si entendí —Ralph iba al volante del auto, poseía una vestimenta distinta a la formalidad de ayer. Jeans negros, polo azul marino y una cazadora negra que acentuaba su tono de piel—. Recibiste una carta donde te citaban en la editorial, cuando llegaste te dijeron que ellos no enviaron la carta y el principal sospechoso es Sebastian.

Carta de amor con IA. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora