Capítulo 5

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De eso se trata la vida: Uno nunca tiene lo que quiere.

Y si lo tiene, no está satisfecho. Quiere más.

Él no tiene a Minho y se pregunta si este en algún momento se cansará de Jisung. Sinceramente no pareciera; Lucen tan enamorados que le dan ganas de irse de ahí porque sabe que nunca podría haber llegado a ese punto con el hombre.

Al momento en el que dan el sí y luego se besan, muchas personas empiezan a llorar y aplaudir, festejando por la nueva y probablemente eterna alianza. Seungmin aplaude con fuerza, intentando aguantar las lágrimas; sonriendo con tanta falsedad que sus mejillas duelen, pero vale la pena al recibir la mirada agradecida de Minho.

Él realmente cree que todo está bien.

Afuera del salón pasa lo mismo. Seungmin respira hondo y sigue aplaudiendo; con cada movimiento, siente todo el afán que tiene por el amor irse. Ni siquiera tiene ganas de sonreír.

—¡Felicidades!

Todo se da en el almuerzo después de la boda. Por suerte nadie les preguntó su historia de amor. Chan, Seungmin, Felix, Jeongin y Changbin están sentados en la mesa para el momento en el que la pareja se acerca para los saludos y las fotos.

Todos se abrazan con todos. Cuando Seungmin siente los brazos de Jisung a su alrededor, se asegura de abrazarlo con fuerza, intentando de alguna forma felicitarlo por estar con Minho.

Por un momento se sintió como una competencia, pero luego el hombre lo abrazó y Seungmin se olvidó de todo.

Los brazos de Minho alrededor de su cuerpo, sintiendo la colonia y la calidez inundan su alma por completo. Lo ama, es inútil negarlo. Nunca lo va a superar; Dejó que el hombre al que más amó en la vida se casara con alguien que no fuera él. Se hizo, a sí mismo, una herida irreparable.

—Gracias por esto, Minnie.

Le dijo al separarse. Él asintió apretando sus labios.

—Felicidades, Min. Te lo mereces.

Sí, es la verdad. Minho se merecía a alguien que lo amara con la misma intensidad que él lo hacía; se merecía a alguien que luchara por su amor.

Seungmin se sintió un idiota. Otra vez.

El almuerzo continuó normal. Chan le hablaba y lo molestaba, haciendo que Seungmin cada vez se soltara más con él y le devolviera las bromas. Lograba distraerlo un rato; lo agradecía demasiado.

—¿Y Felix? —preguntó mientras Chan le servía champagne.

—Con el de pelo negro de allá.

Jeongin respondió de mala gana, señalando al rubio hablar al lado de la mesa de bebidas con Hyunjin. Chan sonrió mientras Seungmin suspiraba.

—Es Hyunjin, el padrino de Minho.

—Ojalá se aleje de él —bufó, apoyando su mentón en su puño. Chan soltó una risa, enternecido por la actitud del menor—. No, ojalá derrame esa copa sobre él así Felix se enoja y lo manda a la mierda por ensuciar su costosa ropa.

—Qué tierno eres.

—Déjame —miró mal a Chan, este solo volvió a reír y le pasó la copa a Seungmin—. Miren cómo... ¡Cómo lo mira! Hyunjin se lo come con la mirada. Es un maleducado.

—Tú eres igual —Seungmin acotó después de beber—. Solo que Felix te ignora.

—Pero no ignora a ese tipo... ¿Por qué?

—¿Cómo puedo explicártelo sin ser bruto? —Seungmin preguntó pensativo. Chan sonrió.

—Niño, Felix te ve como un hermano menor. A ese de pelo negro lo ve como próximo novio. Fin.

After Stars and Raindrops | ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora