—Hola, quisiera rentar un libro.
Alzó la mirada de la novela que leía y se sorprendió al encontrarse con la sonrisa divertida de Chan. Tan malditamente apuesto y angelical.
—¿Qué haces aquí?
—Estaba aburrido en mi trabajo y quería hablar contigo.
—¿Mensajes? —señaló su teléfono. El pelinegro negó.
—Quería verte.
Ahí están otra vez. Esos estúpidos nervios.
Seungmin soltó una risa avergonzado y regresó su mirada a su novela. Chan lo miraba enternecido, sintiendo mariposas en su estómago.
—¿Qué lees?
—Romance.
—¿De qué se trata?
—Amor.
—¡Seungmin!
El chico rió y alzó la vista, sonriéndole de una forma tan linda a Chan que este llegó a pensar que la tristeza en cualquier lado del mundo había desaparecido. Que esa sonrisa había curado millones de malos días, especialmente los de él.
Chan quería ser sincero. Quería decirle que comenzaba a sentir más que sentimientos amistosos hacia él. Conociendo a Seungmin en tan poco tiempo, ya era capaz de suspirar y sonreír como un idiota cuando lo recordaba: Todos esos momentos divertidos y felices, donde reían y bromeaban entre ellos. O cuando lo abrazaba y se sentía cálido. Chan sentía demasiado.
¿Pero cómo podía intentar algo? Se había resignado a ello. Sabía que existían esos «momentos perfectos» para besarlo, para decirle cuánto lo quería y que sería mejor que Minho. Chan quería decirle que quería estar a su lado todo el día, planear sus citas, dormir a su lado y abrazarlo, tomarle fotografías y arriesgar todo por él. Pero Seungmin... ni siquiera le correspondía. Estaba muy ocupado con Minho en su cabeza.
—¿Qué pasa?
—¿Que?
—Te me quedaste viendo —murmuró avergonzado.
Chan soltó una risa.
—Lo siento. Me distraje pensando. ¿De qué estabas hablando?
—Encontré una nueva receta y quiero que tú seas quien la deguste. ¿Quieres venir a mi casa esta noche?
Chan se siente un poco tonto, pero es un tonto feliz.
—Está bien.
Quería tener una noche tranquila. Llevó vino y se vistió lo más lindo y cómodo posible. Quería pasarla bien con Seungmin.
Pero siempre hay algo que tiene que arruinar las cosas.
En este caso, es un alguien que sonríe de manera encantadora, incapaz de saber qué pasa por la cabeza de aquella falsa pareja.
—Min, ¿qué haces aquí?
Seungmin se hizo a un lado, dejando pasar al hombre. Chan lo miró en silencio desde su lugar, pensando que irse es la solución a todos sus problemas.
—Cielos, ¿interrumpí algo?
Por la comida y el vino, deduce que arruinó una cita.
—No —Seungmin respondió rápido—. Tranquilo, solo pasa. ¿Qué necesitas?
Lucía realmente preocupado por él. Chan se sentía culpable por amarlo sabiendo que nunca lo tendría, porque el nombre de Lee Minho era lo suficientemente grande para abarcar todo su corazón.
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After Stars and Raindrops | Chanmin
FanfictionSe supone que debería desearle una vida hermosa a Minho; debería velar por su felicidad porque a pesar de ser su ex pareja, también fue su amigo de toda la vida. Sin embargo es egoísta y Seungmin no puede superarlo, no encuentra ninguna forma y tamp...