Capítulo 11

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Quizás Seungmin no debería haber terminado en el auto de Chan llorando, diciéndose a sí mismo que es un mal mentiroso.

Quizás no debería haber sido consolado por él en sus brazos, mostrándose más débil que nunca, dejando la vergüenza de lado solo para sentir las punzadas en su corazón que débilmente late.

Chan fue realmente un ángel. Tomó su mano y con la libre condujo hasta su casa una vez Seungmin se calmó un poco. Y en ese momento, el hombre aprovechó para observarlo con la vista irritada, preguntándose por qué ese todavía desconocido se preocupaba tanto por él. Realmente Christopher Bahng tenía un gran corazón.

—Mi hermana está con mis padres así que si quieres puedes quedarte esta noche...

Chan murmuró entrando al departamento. Seungmin entró detrás de él, sosteniendo su abrigo y sorbiendo su nariz avergonzado.

—¿Quieres algo para tomar? —preguntó mirándolo. El chico asintió apretando sus labios—. Está bien, ve al sofá y... traeré algo, sí.

Seungmin hace caso, sintiéndose lo suficientemente triste como para hacer algo diferente.

Cuando Chan regresa, tiene un vaso de agua en sus manos que seca la boca de Seungmin y mientras bebe, observando que el pelinegro se sienta a su lado y lo mira apenado, se pregunta por qué se dejó ver tan afectado frente a su todavía desconocido.

—¿Quieres que veamos películas baratas para reírnos? —preguntó. Seungmin siguió bebiendo—. Me dijiste que te gustaban mucho y pensé que eso podría mejorar tu ánimo un poco.

Dejó el vaso sobre la mesa y relamiendo sus labios, Seungmin preguntó:

—¿Por qué eres tan perfecto?

Chan ríe y niega claramente avergonzado.

—¿Otra vez eso...? No soy perfecto, Seungmin. Solo hago lo que un novio normal haría.

—Sí pero no eres mi novio —Chan volvió a reír—. Ni tampoco normal. Eres considerado, tierno, respetuoso y... perfecto.

—Gracias pero no, solo soy una persona más. No soy ni lo más cercano a ser per-

Se quedó sin palabras cuando Seungmin lo abrazó, sorprendido por la cercanía del chico. En el poco tiempo que llevaba conociéndolo, había descubierto que a este no le gustaba mucho que gente que no era de su entorno lo tocara. Y ni eso, porque a veces le molestaba que incluso sus amigos lo hicieran.

—No te agradecí por esto —murmuró sobre su hombro. Lentamente, Chan palmeó su espalda—. Y para mí sí eres perfecto, Christopher.

—Gracias, Seungmin.

El chico asintió, alejándose y sonriéndole suavemente. Chan le devolvió el gesto, sintiendo una inexplicable calidez en su pecho.

—¿Qué películas tienes? —preguntó respirando hondo.

El pelinegro, que repentinamente se había quedado embobado viéndolo, sacudió su cabeza y asintió.

—Déjame ir a buscarlas.

El tiempo se pasó rápido. Seungmin y Chan se reían ante las malas filmaciones y cuando al mayor le dió sueño, se despidió de él y este se fue a su cuarto. Seungmin dormiría en el sofá porque se había negado a usar la cama de Chan.

Cuando por fin la oscuridad y el silencio del apartamento de Bang Chan reinaron, Seungmin respiró hondo antes de enterrar su rostro en el cojín y llorar, una vez más, por Lee Minho.

El amor es una mierda, ¡definitivamente su corazón es un estúpido! Odia tener que seguirlo, porque siempre sale lastimado. ¿Cuál era su necesidad por aceptar esa estúpida propuesta? Debería haberse alejado de Minho después de esa maldita boda.

After Stars and Raindrops | ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora