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-No tienen café aquí...

Reiner dejó su búsqueda en los gabinetes de la alacena al enterarse por parte de Pieck que era inútil continuar, suspiró un poco frustrado y se apartó, ahora entendía por qué no tenían coladoras, cafeteras ni nada parecido en ese lugar.

Necesitaba café, se había vuelto un vicio desde que regresó a Marley con Zeke y Pieck, sin Annie y sin Berthold. Aunque no estaba totalmente seguro si el café alteraba sus nervios o los calmaba.

-Estoy harto de tomar té -murmuró mientras Pieck se servía una taza de una infusión de canela y miel-. Deberían importarlo...

-Si... -contestó Pieck, aún con sueño-. Hay que tenerlo en cuenta, nos toca ese trabajo...

-Tienes razón -comentó vagamente sentándose al lado de Pieck.

Aunque eran los únicos en el comedor lo menos que Reiner quería estar era en medio de Connie y Jean al momento del desayuno, porque si había algo que no había cambiado era esos dos hablando ruidosamente al comer, igual que en sus días de entrenamiento, era pura suerte que no salpicaban comida, o cuestión de tiempo.

-Estuvo un poco tenso el ambiente en la primera asamblea -dijo Pieck, pero cambió de tema pronto-. ¿Cómo te has sentido?

-Bien

-¿Solo bien?

-Eso creo -dijo Reiner, dubitativo-. Un poco de dolor de cabeza porque sigo constipado de la nariz, pero es algo que puedo obviar...

-Veamos... ¿Y según tú qué no se puede obviar?

-Los escalofríos, la fiebre, el dolor muscular -nombró el rubio, inclinándose un poco en la mesa.

-Y sin embargo no dijiste nada hasta que te desmayaste...

-Ya pasó... -dijo Reiner irguiéndose de nuevo tratando de restarle importancia-. No deberían preocuparse tanto por mí, era algo sin importancia, si Armin se enferma ahí si deberían preocuparse, no quería salir a contagiarlos ...

-Vamos Reiner -murmuró Pieck mirándolo de reojo, después de tomar su té-. Pretendes que no nos preocupemos pero eres parte del equipo...

-Gracias por enviar la comida, por cierto -dijo cruzándose de brazos-. En realidad sí tenía un poco de hambre...

-¿Qué cosa?

-Anoche, la comida... -dijo, mirándola con extrañeza.

-Yo no envié nada -explicó Pieck-. Connie dijo que se encontró contigo y le dijiste que no tenías suficiente apetito...

Reiner no escuchó lo que Pieck dijo luego de eso, si ella no envío nada quería decir que Brynhild mintió, esta vez a él ¿Pero con qué propósito? ¿Y por qué molestarse en llevarle comida?

- Reiner... ¿Escuchaste lo que te dije?

-Sí, quiero decir no ¿Qué? -respondió él saliendo de sus pensamientos y casi trabándose con sus palabras cuando Pieck lo tomó por el brazo, agitándolo un poco.

-¿Qué pasa? -preguntó Pieck algo preocupada-. Dije que Connie insistió que debías alimentarte, pero al final Jean dijo que podías volver a vomitar si comías sin apetito... Creo que debimos hacerle caso a Jean... ¿Te sientes descompensado todavía?

-No no -dijo él, negando incluso con la cabeza-. No es nada, me siento mejor de hecho es solo que...

-¿Estás bien?

-¿A qué te refieres? -cuestionó viéndola a los ojos-. Ya te lo he dicho...

-Vamos, Reiner... -susurró Pieck-. Sabes de lo que hablo...

Golden Pain | Reiner Braun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora