CAPÍTULO 5: ERES EL LÍDER. SIN TI, NO SOMOS NADA. (PARTE 4)

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Fue en ese preciso instante cuando alguien, le arranco el corazón con sus propias manos al enemigo, era Leo, que ahora las protegía a las dos.

Francis, Bastián y yo, tratábamos de llegar, pero eran demasiados contra nosotros.

Los ojos de Leo brillaban con furia y odio al observar a sus hermanas en el suelo, al borde de la muerte.

Los enemigos retrocedieron atemorizados, conscientes de que no podrían enfrentar a Leo en solitario.

Los adversarios finalmente se agruparon y se lanzaron contra Leo, quien los derribaba uno a uno con su espada, como si el mañana no existiera. Era como si hubiera descubierto una reserva inagotable de fuerza.

Leo se convirtió en una auténtica bestia, aniquiló sin piedad, parecía que ningún adversario podía igualarlo.

Sin embargo, en medio de esta masacre, uno de los ilegítimos se acercó a Leo con un hacha, decidido a derribarlo. Atacó a Leo, con cada golpe que lanzaba tenía la intención de poner fin a la resistencia de Leo.

La lucha continuó sin descanso, ahora enfrascados en un combate cuerpo a cuerpo. Ambos estaban decididos a salir victoriosos

El hombre aprovechó cada oportunidad para debilitar a Leo. Cada vez que parecía que uno de ellos iba a caer, encontraba una fuerza adicional para mantenerse en pie y continuar. Era una batalla en la que no había espacio para la debilidad ni el cansancio.

Finalmente, con la ayuda de otros hombres, el atacante logró derribarlo cayendo al suelo. Y cuando el hombre estaba a punto de quitarle la vida a Leo.

Francis, Bastián y yo llegamos justo a tiempo. Bastián no dudó y cortó la cabeza del atacante. Mientras tanto, Francis y yo nos lanzamos contra los otros atacantes.

Bastián, se apresuró a levantar a Leo del suelo, mientras continuaban en medio del combate.

- En un breve respiro, Bastián le dijo a Leo con urgencia: "Llévate a Geda y Helen."

- Leo vaciló y respondió: "Mejor que lo haga Alisa."

- Francis intervino: "No, la necesitamos aún, el dragón la protege."

- Leo: "No quiero abandonarlos."

- Bastián: "Eres el líder. Sin ti, no somos nada. Ahora, llévatelas. Cuida del resto de la familia, y recuerda que Esmeralda aún te necesita. Ya perdí a mis hijos y a mi esposa; no pienso perderlos a ustedes. Ahora vete y protégelas."

Leo, con los ojos llenos de lágrimas y la angustia en su corazón al ver a sus hermanas heridas, se encontró en un dilema.

Ambas necesitaban su ayuda desesperadamente, pero solo podía llevarse a una en ese momento.

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MARCADOS POR LA BATALLA ( LIBRO 5 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora