Esta historia trata de la continuación de la heredera, para entender la historia debes de leer los otros libros.
Libro 1: ELREINO
Libro 2: DE LOS INFERNALES, SIEMPRE ESTARE CONTIGO PORQUE ERES MI FAVORITO.
Libro 3: JAMÁS TE DEJARÍA AQUÍ SOLA.
Lib...
- Francis: Suéltala, no la toques, maldito degenerado <<procedió a darle un empujón a Max>> ¿No te basta con seducir a mi hermana y jugar con las demás?
Francis luego dirigió su mirada hacia Eris, con un tono de desprecio.
- Francis: Te llamaría puta, pero tú y yo sabemos que nadie estaría dispuesto a pagar un solo centavo por ti.
Los otros infernales en la zona no tomaron bien las palabras de Francis e intentaron intimidarlo.
- Francis: ¿Qué quieren? ¿Vienen a intimidarnos, inservibles? No pienso perder mi tiempo hablando con la escoria.
Francis procedió a empujar a un infernal
El infernal, molesto por las palabras de Francis, intentó atacarlo. Sin embargo, Francis lo esquivó hábilmente.
Cuando el infernal intentó golpearlo nuevamente, una flecha lo hirió, y en ese momento, Geda apareció, apuntándolo con su espada.
- Geda: Estás bien, Francis.
- Francis: Lentas como siempre. No necesitaba su ayuda, podía solo contra estos raritos.
Geda, rodó los ojos al escuchar el ego de Francis.
- Geda: Como quieras.
Los otros infernales murmuraban entre ellos, planeando atacar al insolente de Francis.
- Infernal: Son pocos. Podemos acabar con ellos..
- Max: ¡Nadie acabará con nadie! Calmaos.
Uno de los infernales respondió: "El insulto a mi hermana..."
- Francis: A esa perra callejera es tu hermana.
El infernal intentó balancearse hacia Francis, pero Geda se puso al frente y Max lo derribó.
- Geda: Debes de ser Max.
Max se volvió y la miró.
- Geda: Mañana vas a asistir al combate.
Francis interrumpe
- Francis: "¿Va a asistir? No pienso pelear contra un don nadie que no me llega ni a los talones. Si va a pelear, solo peleará con puras mujeres".
Francis añadió con desprecio: "En fin, vinimos por mi hermana. Ya nos retiramos, vámonos Alisa".
- "Sí, vámonos. No tengo nada que hacer aquí".
- Max trató de detenerme: "Espera, necesito hablar contigo".
Yo ni siquiera lo miré y me marché. Observé la expresión de satisfacción en el rostro de Francis, quien sonrió ante mi actitud y se río en la cara de Max.
Llegué al castillo y me dirigí directamente a mi habitación. Me sentía como una tonta por haber esperado toda la noche mientras él estaba con otra persona.
Me quedé dormida, pero fui despertada por gritos. Curiosa por saber qué pasaba, me dirigí hacia donde provenían los gritos.
Bastián tenía a una mujer agarrada y todos estaban afuera, pero no entendía lo que ocurría. Me acerqué a Esmeralda, que también estaba observando la escena.
Leo sostenía a un bebé recién nacido en su mano y lo miraba con desprecio.
- Leo: "Es ilegítimo".
La mujer, desesperada, suplicaba:
- Mujer: "No, por favor, no".
Leo, sin mostrar piedad, procedió a convertir al niño en cenizas.
- Mujer: "Malditos", murmuró, y luego señaló a Esmeralda: "Te maldigo. Tu bebé nacerá ilegítimo, y todos ustedes sentirán lo que es tener que matar a un niño de su propia sangre".
En ese preciso momento Bastián le corto la cabeza sin piedad alguna y la escupe una vez muerta.
- Bastián: ¡Maldita bruja! Nadie maldice a mi familia y vive para contarlo.
- Esmeralda: "¡Ella maldijo a mi bebé!"
Rick, intentando calmarla, le dijo con ternura mientras le daba un beso cálido en la frente
- Rick: "Tranquila, mi amor. No te preocupes, seguro no es nada".
Rick continuó tranquilizando a Esmeralda
- "Es mejor que vayas adentro, Esmeralda. Tranquila, verás que no pasará nada".
Con mis palabras, Esmeralda se sintió un poco más tranquila y se retiró a su habitación para descansar.
Más tarde, en mi habitación, alguien tocó la ventana, y fui a ver quién era.
- Max: "Siento lo ocurrido".
- "Vete de aquí. Mañana ni siquiera vengas a pelear. No me casaré contigo".
- Max: "Necesito que me escuches".
- Bien, habla
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