CAPÍTULO 7: ESE HOMBRE TE SEDUJO (PARTE 3)

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Abro los ojos y me encuentro encima de una mesa, con la cabeza medio herida, y todos mis hermanos rodeándome. Cuando me doy cuenta de que Bastián tiene agarrada a Mia del brazo.

- Bastián: Tú sabías de esto, ¿verdad?

- Mia: No, claro que no.

- Leo: Más te vale, porque si llego a enterarme de que sabes, juro que pagarás las consecuencias.

Astharot interviene y separa a Bastián de Mia.

- Astharot: Bastián, ya dijo que no sabía nada, ¡suéltala!.

Bastián, la suelta.

- Geda: Despertó.

- ¡Qué demonios!

Procedo a levantarme rápidamente de la mesa y me acerco a Francis, quien tomaba una botella de agua. Le arrebato la botella y le asesto un puñetazo en la cara.

- Francis: ¿Qué te pasa? Fuera de eso, ¿me agradeces así, después de que te salvé?

- Me salvaste de ¿qué?

- Francis: Mientras volvía, me di cuenta de que tú jamás te meterías con esa basura, así que deduje que y te tenía contra tu voluntad.

Dios mío, ¿será Francis tan idiota? No entiendo qué ven las mujeres en ese completo imbécil.

- Estoy harta de que se metan en mi vida. Yo puedo salir con quien yo quiera y me casaré con Max.

- Bastián: Mírenla, ¿y con qué permiso te vas a casar con él?

- No necesito tu estúpido permiso.

- Leo: ¿Te quieres casar con él?

- Pues lo haré, quieran o no.

Leo establece una condición

- Leo: Solo te vas a casar de una sola forma. Primero, debe jurar lealtad a nuestra familia, y luego debe enfrentarse a todos nosotros. Si sale vivo, solo así te casarás con él.

- Francis: Seguro, apenas escuche esto, se echará para atrás. No creo que te ame tanto como para enfrentarse por esa fea.

- Bastián: Exacto, no sé qué le vio.

- Váyanse a la mierda.

Procedo a irme a mi habitación, molesta.

Una vez en mi habitación, Mia toca la puerta. Y abro.

- Mia: Traje vendas para ver tu herida que te sangra en la cabeza.

- Tranquila, Mia, no duele.

- Mia: Déjame verte.

Mia, me cura la herida

Luego, me enteré de que mis hermanos habían enviado un mensaje claro a Max y a todos: consideraban a un infernal como demasiado cobarde para luchar por mí. Anunciaron que lo estarían esperando al día siguiente y que, si aparecía, intentarían matarlo.

Sin pensarlo, salí corriendo.

- Mia gritó tras de mí: "¿A dónde vas?"

Me dirigí hacia los coches y me subí a uno. Mia llegó corriendo, con la respiración entrecortada.

- Mia: ¿Vas a buscarlo?

- Claro, no puedo permitir que se enfrente a ellos.

Mia se agachó debajo del carro y arrancó algo.

- ¿Qué es eso?

- Mia: Es un rastreador.

- ¿Cómo llegó ahí?

- Mia: Luego te cuento. Ahora ve, te daré más tiempo.

Arranqué el carro, decidida a encontrar a Max. Una vez estuve cerca de su mundo, no sabía si estaría allí. Así que me quedé esperando afuera de la brecha, ansiosa por verlo de nuevo.

 Así que me quedé esperando afuera de la brecha, ansiosa por verlo de nuevo

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MARCADOS POR LA BATALLA ( LIBRO 5 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora