ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀

Prólogo.

Prólogo.

Ava.

Mi dedo índice se desliza por mi muñeca derecha, donde yace una de las marcas que dejó aquellas brillantes y relucientes esposas.
Lo que ocurrió anoche en casa de Connor no abandona mi mente.
Lo que hice... lo que dejé que él hiciera conmigo.
Absolutamente todo continúa navegando en mis más profundos pensamientos, y me arrastra a sentimientos extraños y confusos que me hacen sentir con mucha inquietud.

Término de desnudarme y me observo en el espejo del baño. Todo pareciera ir bien conmigo, excepto por el color rojo brillante de mi culo. Sofoco un chillido de pánico al tocarme y notar que mis dedos dejan huellas blancas que se desvanecen lentamente. No puedo creer que me haya dejado hacer esto. Me siento horrorizada.

Tal vez fue un error. Dejé que la bebida y la lujuria se apoderase de mi cuerpo, y me incitara a ser golpeada en el culo.
No tengo recuerdos de haber sido castigada cuando niña, es por eso que ahora el sentimiento es totalmente diferente. No es que no haya recibido azotes en el sexo, pero lo de anoche... no fueron azotes calientes y juguetones. Me castigó por decir malas palabras, y yo dejé que lo hiciera. ¡Joder!

Me excitó, me hizo desearlo y avivó mi sangre.

Se me escapa un ronco gemido de la pura frustración. ¿Cómo se supone que deba lidiar con esto? ¿Me hace ser una pervertida? ¡No, yo no soy así! Vale, anoche estaba caliente, todo me parecía excitante y nuevo, pero eso no significa que me guste ser golpeada.
Aún me duele el culo, y fue solo su palma la que cayó directamente en mi carne. Además, lo escuché mencionar que si estuviéramos en su apartamento hubiera sido mucho peor para mí. ¡Insinuó que me vería mejor con 3 jodidas pollas en mi boca!

Un escalofrío recorre mi espalda. ¿Qué habría hecho si hubiera estado en su apartamento? Maldita sea, esto ha sido definitivamente un error.
Mi teléfono vibra bajo mi propia almohada, dándome cuenta de los mensajes entrantes. Algunos de Ruby, y otros de Connor, están preguntándome si he llegado bien a casa. Respondo rápidamente a ambos el mismo mensaje. No mencionaré que me siento miserable por dejar que me golpearan y ataran al cabezal de una cama.
Mi móvil vuelve a vibrar. Pero esta vez no es Ruby quién envía un mensaje, es un número nuevo. Mi corazón estalla bajo mi pecho, porque sé quién es.

"The Temple Bar estará de aniversario el próximo sábado, me pregunto si quieres ir conmigo. Y hablar sobre lo de anoche"

No puedo. Mierda, realmente no puedo. Anoche fue increíble porque no era yo, era una criatura totalmente diferente. Ahora, con el sol entrando por mis percianas y con la mente mucho más despejada, es imposible que pueda ver de buena manera lo que hicimos. Eso es demasiado oscuro para mí, más aún al sentir las réplicas en mi piel, es como si hubiera estado expuesta al sol sin bloqueador. Me abruma una sensación de aflicción.
A él le gustan cosas que yo jamás he experimentado y me aterra saber como sería si tuviera todo lo necesario para infundirme dolor. No, no puede suceder. Él y yo nunca funcionaríamos.