Capítulo 1.
Ava.
Dos meses después...
Es finales de octubre, y el frío se cala dentro de mis huesos mientras avanzo por el campus. Es una tortura esta época del año, me hace sentir nostálgica y abatida. Anhelo el calor, las playas y los cócteles cítricos. Pero eso está lejos de suceder, aún nos espera el invierno, que está a la vuelta de la esquina.
Ruby está esperándome en el umbral de la puerta de la biblioteca, —bajo kilos de ropa que apenas me permiten ver su rostro— lugar al que no he entrado en estos dos últimos meses. Y como es de esperar, declino la oferta de entrar y quedarme.—Hace frío en el salón, no pasaré ni un minuto más allí —Me advierte —Ya me cansé de escapar.
Quisiera decirle que no estoy escapando de nadie, pero eso sería evidenciarme y asumir que es exactamente lo que he estado haciendo. Al final, término asintiendo porque tiene razón. La calefacción en la biblioteca es envidiable y no puedo negarle a mi cuerpo la calidez del lugar.
Sigo a Ruby por el pasillo mientras la observo desprenderse de la bufanda que envolvía su cabeza como si fuera un hiyab, su largo y rizado cabello rojizo se vuelve el centro de miradas de manera inmediata. Lo que claramente no ayuda a mi intención de pasar desapercibida.
La última vez que estuve aquí fue una semana antes del cumpleaños de Connor. Esa bendita fiesta... No vayas por allí Ava, ya lo has superado.—¿Tus padres continúan en casa? —Me pregunta mientras nos acomodamos en una de las pocas mesas disponibles.
—No. Se han marchado el día de ayer, estarán fuera una semana —Le explico —Mamá quería celebrar sus veinte años de matrimonio en arenas cálidas.
—Wow. Los envidio —Se queja con cierta diversión —¿Cuál será la clave para llevar tanto tiempo con alguien sin querer sacarle los ojos? Yo discuto mucho con Connor, aunque lo amo demasiado.
—Mi madre es demasiado... complaciente.
Sí, es exactamente como podría definir a mamá. Ella entra en el rango de esposa perfecta y devota. La mayoría de mis amistades tienen a sus padres separados y peleando la tuición de algún hijo menor. En cambio yo no he tenido que lidiar con algo así, no cuando mi único hermano mayor tiene 30 años y ya tiene su vida resuelta.
No cuando mis padres podrían encajar perfectamente en aquellas caricaturas americanas, donde la esposa es la perfecta dueña de casa mientras el marido se encarga de llevar el sustento al hogar. Muchos envidian su estilo de vida, pero yo no lo hago. He vivido bajo sus conservadoras reglas demasiado tiempo: ir a misa los días domingos, no fumar, no beber en casa. Y ser la hija perfecta que ellos desean, la que no se mete en líos y se casará con un hombre adinerado, para seguir los pasos de mamá, y tener hijos perfectos a los cuales criar.
No me sorprende porqué Kyle abandonó la casa cuando cumplió los 18 años. Mis padres estaban devastados y no entendían porqué su primogénito estaba yéndose. Yo tampoco lo hacía, era una niña y no entendía nada, pero ahora a mis 20 años puedo hacerlo. Se sentía asfixiado, fingiendo ser alguien que no era, llevando traje y corbata un día domingo para la misa cuando en realidad quería estar con una resaca por la ingesta de alcohol.
Hay momentos, en que me siento como él. He ocultado mis salidas, mis borracheras y el sexo alocado que he tenido por mucho tiempo. Es una doble vida, la misma que solía tener Kyle cuando no pudo más y decidió marcharse.
Ojalá yo fuera como él, tener su valentía y coraje. Pero dependo demasiado de mis padres, y hasta que no tenga mi título universitario, tendré que seguir viviendo bajo su techo, siendo la hija perfecta y sumisa.
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ESTRELLAS, LOBOS Y CONSTELACIONES -BY NATH 🥀
FanfictionNunca habría llegado a creer que yo pudiera disfrutar de esto. Pero cuando estoy con él, me siento completa. Es mi antídoto, es el abismo y la superficie, mi libertad... y dependencia.